INCENDIOS FORESTALES EN CANARIAS

La magnitud del incendio de La Gomera (más de una décima parte de la superficie de la isla carbonizada, una cuarta parte de la población evacuada y un parque nacional, patrimonio de la humanidad, muy afectado) junto con el resto de los que ya llevamos contabilizados este verano en Canarias, me ha llevado a recordar las conclusiones del encuentro sobre la gestión de los montes y de los incendios forestales en las islas que celebró CCOO Canarias el 15 de noviembre de 2007.

Hace ya casi 5 años demandábamos políticas preventivas en materia de incendios forestales que creo que siguen de actualidad:

1. El refuerzo del personal de medioambiente especializado en extinción de incendios, exigiendo la estabilidad y la continuidad de las labores de prevención de incendios, durante todo el año y el mantenimiento del operativo de extinción cuando las circunstancias metereológicas lo requiera.
2. La exigencia de los medios técnicos y mecánicos necesarios para priorizar las medidas de intervención humana en la prevención y en los frentes de incendios y que requiere el que se cubra la totalidad de las distintas geografías insulares con suficientes medios motorizados de capacidad de extinción apropiada, con localizaciones comarcalizadas.
3. La mejora de la coordinación de todos los servicios y administraciones implicadas, abordando cuestiones tales como la corrección de los protocolos existentes para la valoración inicial de los incendios, la posible vuelta a una comarcalización de los servicios de prevención y extinción, la puesta en marcha de programas municipales y comarcales de autoprotección ante incendios y otros tipos de catástrofes naturales con la colaboración institucional y con la población existente en la zona.
4. El garantizar el buen estado de conservación, fortaleza y limpieza de nuestros montes, mediante los trabajos de tratamiento silvícola, líneas y cortafuegos, limpieza de senderos y pistas, etc.
5. La recuperación de economía rural generando actividad económica y empleo ligado a la actividad primaria (agricultura y ganadería) en las zonas colindantes con los montes de las islas vinculada a la explotación racional del monte y al interés por su conservación y cuidado.

En este tema como en casi todo, la prevención es fundamental, por eso se dice que los incendios forestales del verano "se apagan" en el invierno. Las circunstancias metereológicas extremadamente adversas y la impunidad con que pueden actuar algunos desaprensivos incendiarios, no pueden llevarnos a dejar pasar la ocasión para reflexionar seriamente sobre los errores que se están cometiendo en la prevención y en la gestión de los incendios forestales con el fin de poner en marcha de inmediato las medidas correctoras pertinentes.

No creo que ahora sea el momento de entrar en más detalles sobre negligencias y fallos que se hayan podido producir pero si quiero reiterar mi reconocimiento a todas las personas implicadas en la extinción de estos terribles incendios y mi solidaridad con todas las personas afectadas.