Estamos programados para buscar la felicidad en cosas o en personas que están fuera de nosotros, intentando construir relaciones de apego que conducen a la infelicidad o la insatisfacción como lo más común en la vida, entendiendo la felicidad como algo efímero, un bien muy escaso que apenas podemos disfrutar en los momentos en que creemos que hemos conseguido algo...
No es a través del esfuerzo o de la fuerza de voluntad o de la renuncia como podemos detener esto y evolucionar hacia un estado de serenidad y plenitud. Sólo hay que hacer el esfuerzo de "ver", toma consciencia y poner en su sitio a nuestros apegos diciéndoles que me estoy engañando creyendo que sin ellos no puedo ser feliz.
Profundizar en esta meditación me llevaría a identificar mis distintos apegos y romper el cordón umbilical de la dependencia que me ata a ellos.
Los primeros destellos que me vienen en relación a ellos son: "mi imagen", "mis conexiones", "el placer", "la enfermedad", "estar protegido", "no ser culpable", "la autoridad", "el acertar siempre", "la escasez",...
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