jueves, 23 de agosto de 2012

UNA LLAMADA AL AMOR (MEDITACIÓN 3)


Tenemos en la mente un "programa" que contiene toda una serie de prescripciones acerca de como debe ser el mundo, como debes ser tu mismo y que es lo que debes desear.

Es un programa aprendido que funciona en cada momento consciente del día, insistiendo imperiosamente en que sus exigencias deben ser satisfechas por la vida, por la gente y por ti mismo. De hacerlo así, te permitirá vivir pacifica y felizmente; de lo contrario y aunque tu no tengas la culpa, generará unas emociones negativas que te harán sufrir. Esto nos hace llevar una existencia patética, siempre a merced de las cosas y las personas.

Si logras observar todo esto desde fuera y consigues que tu programa deje de generar emociones negativas, tendrás la posibilidad de que tus  acciones nazcan de la paz y el amor, no del deseo neurótico de satisfacer a tus programas o de liberarte de las emociones negativas que genera. Entenderás entonces que la verdadera opresión proviene no de los demás sino de tus programas.

Por eso, de lo que necesitas ser liberado es de la opresión de tus "programas". Solo así podrás experimentar la libertad interior que está en el origen de toda revolución social, porque esa intensísima emoción, esa pasión que brota en tu corazón a la vista de los males sociales y te impulsa a la acción, tendrá su origen en la realidad, no en tu "programa", ni en tu ego.

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