Ya conocemos las medidas aprobadas por el consejo de ministros que se ha celebrado hoy (ver noticia en El Pais) y que había despertado bastante expectación porque se suponía que el nuevo gobierno ya iba a "entrar en materia" desvelando la línea de actuación que va a seguir de inmediato para cumplir sus prioridades en materia de política económica y que se centran fundamentalmente en situar el déficit público en el 4,4% a finales del 2012. Frente al objetivo de acabar este año con un déficit de un 6%, parece ser que al final se va a situar en el 8% y hace va a complicar aún más el objetivo del gobierno.
Quizás por eso, en contra de las posiciones que a venido manteniendo hasta ahora el P.P., hoy nos hemos encontrado con la sorpresa de la subida de algunos impuestos (IRPF e IBI), aunque ya nuestro sindicato había pronosticado la inevitabilidad de estas medidas. La subida del IRPF va a afectar fundamentalmente a los asalariados con rentas medias (más de 2/3 de los 4.100 millones que se esperan recaudar van a repercutir en las rentas de trabajo y algo menos de un 1/3 en las de capital). En cualquier caso, esta alternativa es mejor que la de haber subido el IVA.
Hay dos medidas que considero positivas: el incremento de la cuantía de las pensiones (aunque no permite la recuperación del poder adquisitivo perdido por más de 6 millones de pensionistas) y la prórroga de la ayuda de 400€ para los parados que hayan agotado sus prestaciones.
En cambio, considero medidas negativas que tienen una especial incidencia en los sectores menos favorecidos, la congelación del SMI (con lo que volvemos a alejarnos del objetivo formulado en la carta social europea de situar los SMI de los paises europeos en el 60% del salario medio de cada país), la eliminación de la renta básica de emancipación para los jóvenes y las nuevas restricciones de las ayudas de la ley de dependencia. Tampoco puedo compartir los recortes en el apoyo a la I+D y la financiación de la radiotelevión pública.
Así mismo, no puedo estar de acuerdo con las medidas que afectan a los empleados públicos. No sólo se le vuelve a congelar el salario sino que, además, se amplia su jornada laboral.
Las medidas de ahorro también se extienden a las subvenciones a los partidos, patronal y sindicatos que se verán reducidas en un 20%. Aunque esperaba mayores recortes en lo que respecta a las subvenciones a los sindicatos por la campaña al respecto que se ha montado a diestra y siniestra, también espero que próximamente se anuncien medidas similares con las subvenciones a otras entidades y organizaciones.
En definitiva, ya se ve que los tijeterazos que no han hecho sino empezar y van a tener que complementarse con nuevas vías para incrementar lo que llega a la hucha del estado, si no se quiere aplicar medidas muy impopulares que no son recomendables ahora a unos meses de una cita electoral tan importante como las elecciones andaluzas. Más adelante, ya veremos...
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