Lo digo de entrada: el sábado 12 de noviembre estaré en la manifestación contra el Puerto de Granadilla. Es una posición personal que no involucra a la organización de la que soy secretario general, en dónde hay otras posiciones diferentes a la mía. En el 2004, CCOO Canarias acordó oponerse a la construcción del macropuerto que se planeaba en ese entonces y participó en las movilizaciones que se hicieron en ese momento. Respecto a la actual situación, el sindicato no ha tomado posición en los órganos de dirección, si bien es cierto que algunos dirigentes, entre los que me encuentro, han manifestado públicamente su posición (pinchar el artículo que publicamos en febrero de 2009 Juan Jesús Bermúdez y yo).
Debo decir que en las actuales circunstancias y con algunas dudas, me inclino por la conveniencia de llevar a cabo los planes para la producción de energía eléctrica con gas natural (lo peor es lo que estamos haciendo en estos momentos, derrochando petróleo para producir electricidad) y seguir desarrollando las energías renovables. También considero imperiosa la necesidad de estimular la economía con inversiones públicas, pero lo uno y lo otro, no necesariamente debe llevar a la conclusión de que hay que construir el puerto industrial de Granadilla.
Lo digo de entrada: el sábado 12 de noviembre estaré en la manifestación contra el Puerto de Granadilla. Es una posición personal que no involucra a la organización de la que soy secretario general, en dónde hay otras posiciones diferentes a la mía. En el 2004, CCOO Canarias acordó oponerse a la construcción del macropuerto que se planeaba en ese entonces y participó en las movilizaciones que se hicieron en ese momento. Respecto a la actual situación, el sindicato no ha tomado posición en los órganos de dirección, si bien es cierto que algunos dirigentes, entre los que me encuentro, han manifestado públicamente su posición (pinchar el artículo que publicamos en febrero de 2009 Juan Jesús Bermúdez y yo).
Debo decir que en las actuales circunstancias y con algunas dudas, me inclino por la conveniencia de llevar a cabo los planes para la producción de energía eléctrica con gas natural (lo peor es lo que estamos haciendo en estos momentos, derrochando petróleo para producir electricidad) y seguir desarrollando las energías renovables. También considero imperiosa la necesidad de estimular la economía con inversiones públicas, pero lo uno y lo otro, no necesariamente debe llevar a la conclusión de que hay que construir el puerto industrial de Granadilla.
Sigo sin encontrar argumentos convincentes a favor de tal obra y en cambio, desde el mundo académico y ecologista, los argumentos en su contra proliferan y hasta ahora, me han convencido (argumentos de ecologistas en acción y de Greenpeace). Por eso estaré en la manifestación del 12 de noviembre, serenamente, sin insultar a nadie, pero firme en la defensa de mis convicciones.
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