¿CÓMPLICES?

Leo con sorpresa que el tercer sindicato de las islas acusa a UGT y CCOO Canarias de ser cómplices de la "pertinaz ineficacia" del gobierno canario actual y del central para abordar el problema del paro en el archiélago, tras los datos de la encuesta de población activa del segundo trimestre que publicó el INE ayer. Al parecer esta complicidad se ve avalada por el hecho de que los dos sindicatos más representativos de Canarias ven como "normales" las cifras del desempleo en las islas.

Sólo el sectarismo de algunos puede llevar a despachar de esa forma la valoración que tanto CCOO Canarias como la propia C.S. de CCOO hicieron ayer de los datos de la EPA.

Evidentemente, el que un tercio de la población activa de Canarias esté en paro, volviendo a batir el récord de la tasa de paro que ya se sitúa en el 33,14%, sólo puede ser calificada como una situación de emergencia que requiere hacer todos los esfuerzos posibles para detener una tendencia imparable de crecimiento del paro y poner las bases para empezar a reducir cuanto antes estos niveles de paro tan insoportables. No se puede aguantar más unos niveles de crecimiento del paro que ha llevado a que en los últimos 12 meses el número de parados se haya incrementado en un 11,74%, afectando a unas 39.000 personas. En este mismo periodo, los ocupados descendieron en las islas en 35.000 personas, lo que porcentualmente se traduce en una caída del 4,47 por ciento. Las tasas de paro juvenil siguen estando por encima del 54% y las familias con todos sus miembros en situación de paro ronda las cien mil. 

También es evidente el fracaso de las políticas de ajuste para frenar esta espiral y que como problema número uno de los ciudadanos/as, requiere el que prioricemos la búsqueda de alternativas para parar esta sangría. Por eso, las propuestas para abordar el desempleo en Canarias serán uno de los temas más importantes a abordar en el proceso congresual ya en marcha, correspondiente al IX Congreso de CCOO Canarias que se celebrará a finales de enero del próximo año.

La urgencia de la situación requiere poner en marcha, cuanto antes, medidas que permitan mantener la inversión pública en las islas. La importante reducción de la aportación del estado para estas inversiones sólo puede dar lugar a que siga creciendo el paro y se tendría que tratar de paliar por parte del gobierno canario a través del incremento de los ingresos mediante medidas tributarias con mayores dosis de progresividad fiscal, sin usar el recurso fácil de subir el IGIC, con los consiguientes efectos negativos sobre el consumo. También se debe seguir insistiendo en el objetivo de la desburocratización de la actividad de las administraciones públicas en relación a la actividad económica. Pero este objetivo no se debe confundir con la desrregulación total a la que aspiran algunos operadores económicos para volver a las andadas en actividades principalmente especulativas que se enmascaran tras la pantalla de la creación de empleo.

Se debe seguir insistiendo en que el sector que sostiene la principal actividad económica de las islas, el turismo, no sólo mantenga el empleo sino que cree nuevos puestos de trabajo, aprovechando los actuales buenos indicadores. No es el momento de hacer caja, ahora hay que contribuir a mantener la cohesión social de las islas, indispensable para que esta actividad económica se pueda mantener, invirtiendo los beneficios en la creación de empleo directo en el sector y propiciando un efecto de arrastre de otros sectores (construcción, comercio, sector primario). También debe ser prioritario el mantenimiento del empleo en el sector público y el fomento de la  contratación y las ayudas sociales a las unidades familiares en donde ningún miembro trabaja y, consecuentemente, no tienen algún tipo de ingresos.

A medio plazo necesitamos redefinir la arquitectura institucional de las islas y el papel que jugamos a nivel de estado y en Europa como región insular ultraperiférica, vinculando todo esto a la introducción de los cambios que procedan en nuestro modelo productivo. Para ello, es importante que se produzca una reforma de nuestro régimen económico y fiscal centrada en el objetivo prioritario del mantenimiento y la creación de empleo y la revisión denuestro sistema productivo para que podamos disponer de mayores fortalezas para afrontar los cambios globales que se están dando. También será importante el mantenimiento del status RUP en Europa y la definición de los beneficios a que ello diera lugar para nuestra islas. En este contexto sería un grave error bajar la guardia en los objetivos relacionados con la educación básica y la formación profesional de nuestros jóvenes que es una condición necesaria para aspirar a que nuestro futuro sea más esperanzador y que la creación, la innovación y la optimización de nuestros recursos impregne nuestro tejido productivo.

Creo que no podemos permitirnos el lujo de caer en un pesimismo crónico y llenarnos de desesperanza, por eso vuelvo a insistir que aunque el presente es oscuro, el futuro puede ser luminoso si ponemos en ello toda la energía colectiva de un pueblo consciente y organizado.