jueves, 19 de julio de 2012

LA OTRA AUSTERIDAD


Enrico Berlinguer

Fue el catedrático de economía de la universidad de La Laguna, José Angel Rodríguez Martín, en las jornadas sobre cambio de modelo productivo que organizó recientemente CCOO Canarias y la Fundación Agustín Millares Sall, el que me recordó otra visión de la austeridad que en su momento desarrolló Enrico Berlinguer, uno de los promotores del llamado eurocomunismo, y que vagamente relacionaba con un artículo de López Bulla que había leído superficialmente.

Efectivamente, el concepto de austeridad ha sido acaparado últimamente por los apóstoles del control del déficit y del recorte del estado del bienestar y frente a ello me había quedado con la cita de Keynes de  que "la expansión, no la recesión, es el momento idóneo para la austeridad".

En 1977, ante los intelectuales del Partido Comunista Italiano, pronunció su discurso sobre la austeridad que vuelve a ser un referente en la situación actual.

Para Berlinguer hay un tipo de austeridad que es "un mero instrumento de política económica al que hay que recurrir para superar una dificultad temporal, coyuntural, para permitir la recuperación y la restauración de los viejos mecanismos económicos y sociales. Así conciben y presentan la austeridad los grupos dominantes y las fuerzas políticas conservadoras".

Frente a este concepto de austeridad antepone otro en el que la "austeridad es el medio de impugnar por la raíz y sentar las bases para la superación de un sistema que ha entrado en una crisis estructural y de fondo, no coyuntural, y cuyas características distintivas son el derroche y el desaprovechamiento, la exaltación de los particularismos y de los individualismos más exacerbados, del consumismo más desenfrenado. Austeridad significa rigor, eficiencia, seriedad y también justicia, es decir, lo contrario de lo que hemos conocido y sufrido hasta ahora y que nos ha conducido a la gravísima crisis cuyos daños hace años que se acumulan y se manifiestan hoy en Italia en todo su dramático alcance. Lejos de ser, pues, una concesión a los intereses de los grupos dominantes o a las necesidades de supervivencia del capitalismo, la austeridad puede ser una opción con un avanzado y concreto contenido de clase, puede y debe ser una de las formas en que el movimiento obrero se erige en portador de una organización diferente de la vida social, a través de la cual lucha por afirmar, en las condiciones actuales, sus antiguos y siempre válidos ideales de liberación".

Es preciso, por tanto, arrebatar la bandera de la austeridad a los que la usan hoy profusamente para justificar las políticas actuales de mantenimiento del modelo capitalista dominante y sus valores (más bien, sus "desvalores") y profundizar en el sentido revolucionario que le dio Berlinguer y que creo de plena actualidad para abordar la actual crisis.

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