viernes, 6 de julio de 2012

CAMBIOS NECESARIOS EN EL MODELO PRODUCTIVO DE CANARIAS


El pasado 4 de julio se celebraron unas jornadas sobre “el cambio de modelo productivo” en Canarias organizadas por la Fundación Canaria Agustín Millares y CCOO Canarias, en el marco del proceso de preparación de los documentos congresuales a debatir en el IX Congreso del sindicato que se celebrará a finales de enero del próximo año. Recordemos que en este marco hemos dcelebrado unas jornadas sobre el REF, el X Encuentro de Salud Laboral y Medio Ambiente y unas jornadas sobre la reforma laboral.

Intervino en primer lugar Wladimiro Rodríguez Brito, profesor de la universidad de La Laguna, con una ponencia sobre “exportación y agricultura en Canarias”.

Sólo apenas el 4% de la población activa canaria se dedica a la agricultura y la ganadería. Hace años producíamos el 80% de los alimentos que se consumían en las islas, ahora apenas superamos el 10%. Hay algunos conceptos que no se pueden disociar: agricultura-energía; agricultura de exportación-agricultura de importación.

En este contexto de crisis es necesario apostar por el sector primario para generar puestos de trabajo y mejorar nuestros niveles de autoabastecimiento. Pero ello requiere cambios normativos que permitan una mejor protección de nuestros agricultores y ganaderos. Tenemos un marco legal, un sistema formativo y unos valores culturales alejados de la realidad del medio rural. También necesitamos un marco de protección de nuestras producciones agrarias y un sistema de control de la circulación de mercancías que debe cambiar para propiciar el papel que le corresponde al sector primario. Existen varios ejemplos que demuestran que nuestra producción agrícola tanto para el consumo exterior como para la exportación puede ser rentable (papayas, plátanos biológicos,…).

En segundo lugar, intervino Francisco Javier Ramos Real, profesor de la universidad de La Laguna, quien desarrolló el tema de “el modelo energético en Canarias y su relación con la estructura productiva”.

Vivimos en un momento donde existen muchas incertidumbres sobre las reservas de combustibles fósiles con un crecimiento cada vez mayor del consumo de los países emergentes como China y La India.

También hay que considerar los efectos del uso de estos combustibles sobre el medioambiente. El 65% de las emisiones de CO2 se deben a la producción y el uso de la energía.

Canarias tiene una dependencia de estos combustibles de un 99%. En las islas, el 97,6% de la energía primaria se basa en el petróleo. Sólo el 2,4% se debe a las energías renovables. La producción de electricidad está sustentada en el uso del fuel y el diésel con un coste económico altísimo. Sólo el 7,8% de la electricidad se produce con energías renovables. Los objetivos del PECAN no se están cumpliendo por la parálisis de las instalaciones eólicas y porque se preveía que el 60% de la electricidad se hiciera con gas natural. El gas natural fue concebido para sustituir al petróleo y complementarse con las energías renovables.

Seguidamente, Matías González Hernández, profesor de la universidad de Las Palmas de Gran Canaria, intervino para hablar del “turismo y desarrollo sostenible”.

El turismo siempre ha sido en Canarias una actividad bajo sospecha para la izquierda social. A lo más que se llega es a concebirlo como un mal necesario.
Hay que concebirla como una actividad multisectorial y de exportación y no está justificado contraponer el turismo con la diversificación de nuestra economía.
También hay que desterrar el fetiche del crecimiento en la evolución del sector (búsqueda constante del incremento del número de visitantes y ocupación de camas). Podemos estabilizar las cifras y obtener más valor añadido.
Carecemos de sistemas de conocimiento sobre el turismo para sustentar en ellos la toma de decisiones.
Tenemos un sistema normativo que vincula la calidad a las características de las estructuras físicas con unas directrices centradas fundamentalmente en el control territorial. Sin embargo un entorno apropiado puede compensar la mala calidad de las instalaciones hoteleras.
El capital humano es determinante para poder disponer de experiencias turísticas de alto o bajo valor, más que las instalaciones físicas. Ese conocimiento o capital humano existe en Canarias. Pero no tenemos una industria turística capaz de darle el valor que le corresponde.
Esto se consigue si interrelacionamos todos los elementos que intervienen en la generación de experiencias turísticas. Si somos capaces de tener una industria en red. Para ello hay que aprender a gobernar una actividad compleja con la participación de todos (gobernanza).
Necesitamos reflexionar sobre que actividad turística necesitamos para generar más y mejor empleo y que tenga el menos impacto negativo posible sobre el medioambiente (actualmente depuramos menos del 10% de las aguas negras que producimos). Hay que desarrollar relaciones sinérgicas con otras actividades productivas. Hay que ver como se puede superar la malla legal y los corsés actualmente existentes.

La última ponencia corrió a cargo de los catedráticos de la Universidad de La Laguna, José Luís Rivero Ceballos y José Ángel Rodríguez Martín, quienes desarrollaron el tema de la “estructura productiva y conectividad en el desarrollo sostenible de Canarias”.


La intervención de José Luís Rivero se centró en establecer las bases para un debate real sobre la situación de nuestra economía.

Vivimos unos tiempos en los que es imposible establecer debates serios sobre lo que está pasando. Hay un déficit de debate real y una sobredosis de debates ficticios.

En medio de tanto ruido, es conveniente debatir 3 cuestiones claves relacionadas con la economía canaria:

  • Los aspectos permanentes de nuestra realidad
  • Las causas y efectos de la crisis económica (factores externos y internos)
  • Métodos para ir introduciendo los costes del crecimiento.

En relación al primer punto, hay que tener en cuenta que vivimos en unos momentos de cambios en nuestro REF y un nuevo periodo de programación de los fondos europeos que pueden afectar a esos “aspectos permanentes”. Respecto al REF hay que contemplar tres aspectos: los relacionados con la legislación europea, la parte que sistemáticamente se incumple por parte del gobierno español (inversión pública) y los incentivos a la actividad económica que tal como están formulados tienen un carácter anticíclico muy débil. En relación a la consideración de Canarias como RUP dentro de la Unión Europea, hay que reconocer que va a ser difícil conseguir algunos objetivos (conexiones con África,…) y evitar la reducción de los fondos estructurales destinados a Canarias.

En relación al segundo punto, la crisis económica pone en evidencia nuestras carencias. No tenemos consolidado un sistema de servicios sociales. Tenemos una legislación que incrementa los problemas y que al parecer, está paralizando algunas inversiones empresariales (en este tema hay que ver lo que es real y lo que no). El elemento fundamental en el que se manifiesta todo esto es en la tasa de desempleo.

Respecto al tercer punto, tenemos un problema de fondo para hacer posible abordar a la vez los tres objetivos de asegurar el crecimiento económico, acercarnos al pleno empleo (tasas de paro del 5 o el 6%) y aminorar los costes medioambientales. Podemos cumplir 2 objetivos a la vez, pero no los tres. Esto es inevitable y hay que reconocerlo para poder tomar decisiones y establecer prioridades.

En base a lo anterior, podemos establecer el punto de partida para empezar de verdad el debate de lo que podemos hacer con nuestra tierra.

José Ángel Rodríguez se centró en algunas consideraciones sobre la conectividad y la sostenibilidad para acabar hablando sobre austeridad.

Cuando los hechos son tan contundentes, hay que dejar atrás los modelos para ver que se puede hacer y tener posicionamientos a llevar a las mesas de negociación, intentando jugar a nuestro favor desarrollando las complicidades que se puedan.

La conectividad es un elemento fundamental para nuestras islas y hay fallos y problemas que algunos están justificados (si exportamos poco es comprensible que tengamos dificultades en el coste del transporte exterior) y todo no puede ser subvencionado. Pero también hay fallos no justificables.

Respecto a la sostenibilidad hay que reconocer que los grandes ejes de nuestra economía son grandes devoradores de recursos naturales y han estado sustentados en algo más que una burbuja, una bodega de champán que son absolutamente insostenibles (tasas de amortización de inversiones de pocos años, consumo extraordinario de cemento,…). Pero además de lo anterior, también hay que contemplar la cuestión estética como algo que forma parte de la calidad de vida y hay que reconocer que Canarias es cada vez más fea y esto afecta a la cultura dominante. Pese a las deficiencias e insuficiencias, Canarias sigue formando parte del primer mundo que nos permite tener en cuenta la dimensión de la sostenibilidad, no sólo ambiental sino social, para tener masa crítica de calidad que nos permita competir (hay que tener en cuenta que no podemos competir en tamaño).

La crisis produce mayor incertidumbre y nadie nos ha enseñado a movernos en este mundo de la inseguridad, ni como abordar la complejidad. Estamos frente a grandes retos y no tenemos instrumentos para abordarlos. Esto produce desesperanza y desasosiego. Las organizaciones sociales están sufriendo todo esto.

Necesitamos diques de contención que requieren calidad institucional y democrática. Pero las instituciones y organizaciones no están diseñadas para anticipar sino para gestionar el día a día y esto conduce a la improvisación (medidas de choque, ajustes, recortes,….). Se ponen en marcha medidas para amputar lo que se cree prescindible o dañino, pero en las estructuras complejas todo está muy interrelacionado y, a menudo, se producen efectos no previstos.

¿Cómo combatir la improvisación?  Produciendo relatos alternativos a los que pretenden llenarnos de eufemismos y ocultar la realidad de lo que se está haciendo (recordar que la agencia EFE tiene prohibido usar la palabra “recortes”). Hay que combatir la adicción ideológica al fundamentalismo de la ortodoxia de la estabilidad monetaria.

Uno de los tótem mas importantes de este fundamentalismo es la “austeridad”. Esa austeridad se usa para mantener la desigualdad considerándola como algo irremediable. Frente a ese concepto de la austeridad hay que anteponer el concepto que hace años Enrico Berlinguer trató de desarrollar planteando la austeridad como un principio de la actividad política para propiciar el cambio de sistema: “pensar de un modo distinto para vivir de un modo distinto”. La austeridad, entendida de esta manera, es una forma de hacer frente a los costes de la sobreproducción, del derroche y del despilfarro, de los problemas ecológicos. Es una forma de hacer justicia construyendo diques de contención que fomenten el consumo colectivo y cubrir las necesidades primarias.  



ALGUNAS CONCLUSIONES TRAS EL DEBATE DE LAS PONENCIAS:

1)    Necesidad de que los agentes progresistas que intervienen en la sociedad y en las instituciones tengan un relato alternativo capaz de frenar la capacidad de engaño y de influencia de los mensajes sustentados en el fundamentalismo ideológico dominante. Respecto a la austeridad, hay una concepción de la misma vinculada al concepto dominante en Alemania de “mercado social” al que se antepone el criterio keynesiano de austeridad. Como planteamiento revolucionario tenemos el concepto berlingueriano de la misma que hoy está fuera de circulación pero que puede no estarlo si se supera lo que para algunos es una falsa contradicción entre crecimiento y capital natural crítico, recuperando la austeridad como un valor de la buena vida. Se trata, en definitiva, de buscar la compatibilidad entre la rentabilidad económica y la rentabilidad social.
2)   Intervención de las tierras abandonadas para volverlas a cultivar. Hay que recuperar nuestra cultura agraria, tomando como referencia modelos agrarios pobres con mucha sabiduría (en Java viven 110 millones de personas con una superficie similar a la isla de Cuba). Mejorar los sistemas de controles fitosanitarios u otros controles de las importaciones de alimentos. Favorecer la compatibilidad del turismo y la agricultura (uso del agua, consumo de productos, valores paisajísticos,…).
3)   Revalorizar el papel del sector turístico, generando tejido social que sepa gestionar una actividad muy compleja y con muchas interrelaciones. Incorporar mayor valor añadido al sector para compensar la posible bajada del número de visitantes y las camas ocupadas. Mejorar la oferta para ese segmento de turistas que toman sus decisiones en función de su huella ecológica. Creación de valor turístico en todo el territorio de las islas.
4)    Acabar con los elementos de insostenibilidad del actual modelo energético. Es fundamental para toda la economía canaria. Introducción decidida de las energías renovables. Utilizar las tecnologías apropiadas para mejorar su nivel de penetración. Apostar por el ahorro energético en el sector del transporte. Transporte interior más colectivo.
5)   Mejora de la gobernanza a través del buen diseño de los incentivos, tomando las decisiones en base al conocimiento y propiciando la participación de todos los implicados. Una gobernanza que debe propiciar el debate real de los temas prioritarios y permitir la “anticipación”.

1 comentario:

  1. MARAVILLOSA LA JORNADA. QUE PENA QUE NO FUERA EN UN SITIO DONDE PUDIERAN ESTAR BASTANTE MAS PERSONA INTERESANTE.CCOO SIEMPRE MARCANDO DIFERENCIA.

    PATRIA O MUERTE.

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