¿Cómo perdemos la inocencia de la infancia?
- Mediante el castigo por decir la verdad, por revelar lo que se piensa o siente. Se aprende, entonces, a disimular.
- Mediante el contagio del deseo de ser "alguien", por llegar a ser personas "felices, famosas, poderosas"...
- Mediante la enseñanza de la imitación a alguien, querer ser como otra persona.
- Compitiendo y comparándonos con los demás.
El Niño, como el animal inocente, deja en manos de su propia naturaleza el ser simple y llanamente lo que es.
Sólo rompiendo las cadenas de dependencia y de engaño que se han formado en nuestro entornó, podemos escapar al reino de la inocencia, donde habitan los místicos y los niños.
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