miércoles, 23 de mayo de 2012

NOCHE Y DÍA CONTRA LA REFORMA LABORAL




Ayer participé en una mesa redonda en Radio San Borondón sobre el proceso de movilizaciones en el que estamos nuevamente inmersos las organizaciones sindicales tanto en el Estado Español como en Canarias.

En mi intervención destaqué que los sindicatos estamos desarrollando una estrategia de movilización sostenida para forzar un giro en las políticas de recortes y ajustes y para evitar un mayor intensificación de las mismas.

Ayer mismo, tuvo lugar una novedosa huelga general en todo el estado en la enseñanza pública  con un apoyo notable de los estudiantes y de los padres/madres de alumnos que culminó en unas concurridas manifestaciones por la tarde.

Hoy tendrá lugar en Canarias dos grandes manifestaciones de empleados públicos de la Comunidad Autónoma, convocadas por la práctica totalidad de organizaciones sindicales con presencia  en el sector, también para hacer frente a los sucesivos ataques a los servicios públicos, las tendencias privatizadoras y las reducciones salariales.

Por la noche, a las 22 horas tendrán lugar dos concentraciones ante las delegaciones del gobierno en las dos capitales dentro de la campaña confederal NOCHE Y DÍA CONTRA LA REFORMA LABORAL que ha dado lugar a la convocatoria de concentraciones contra la reforma laboral coincidiendo con la aprobación definitiva de la reforma laboral, mañana jueves 24 de mayo.

No nos cansaremos de decir que se trata de una reforma inútil, injusta e ineficaz, enmarcada en un ataque sin precedentes contra el estado del bienestar y los servicios públicos.

Una reforma con un fuerte contenido ideológico que refuerza el poder del empresario, sobre todo de los menos emprendedores, que apuesta por la individualización de las relaciones laborales que implica menos cohesión social y que empuja a muchos ciudadanos al paro y la exclusión social.

Los ajustes presupuestarios y la reforma laboral ponen en evidencia a un gobierno que nos decía que por este camino se restablecería la confianza de las instituciones internacionales y de los mercados en nuestra economía. Que las reformas estructurales iban a impulsar la actividad económica y el empleo. Nada de ello ha sucedido.

Los últimos sucesos que contradicen lo anterior se han centrado en la seriea amenaza de quiebra de nuestro sistema financiero y la nueva reforma financiera que ha improvisado el gobierno y que genera bastantes dudas sobre su efectividad y transparencia. Las consecuencias inmediata son nuevas restricciones del crédito, la práctica desaparición del patrimonio social acumulado por las cajas de ahorro y que todavía conservaba alguna vigencia con la obra social (en Tenerife Cajacanarias está a punto de cerrar las dos guarderías de su obra social) y la sospecha, cada vez más verosímil, de que el saneamiento del sector va a recaer sobre los ciudadanos, en vez de sobre el mismo sector en su conjunto o usando vias de financiación europea. No hay ninguna garantía de que los fondos públicos no sean detraidos del gasto social y de que esto se traduzca en una participación efectiva y prolongada del estado en el control de estas entidades o en garantias adecuadas de recuperación de los fondos públicos. Tampoco hay garantías de que esta intervención del estado conlleve una adecuada depuración de las responsabilidades de los gestores y supervisores responsables de lo que ha pasado con muchas entidades financieras.

Volviendo a la reforma laboral, hay que destacar la cabezonería y el empecinamiento del gobierno. No han dado ni un solo paso en la dirección del consenso después de una huelga general de la envergadura de la del 29 de marzo. En otras ocasiones ya nos hemos referido a las principales implicaciones de la reforma laboral por lo que ahora sólo voy a referirme brevemente a las escasas novedades habidas en la tramitación parlamentaria que apenas han introducido cambios relevantes.



Se especifica que la caída en la facturación que pueden justificar las causas económicas para la inaplicación del convenio o el despido objetivo, debe ser obligatoriamente de ingresos ordinarios e inferior al registrado en el mismo trimestre del año anterior. También se intenta suavizar el despido por absentismo precisando que además de que este se de en el 20% de las jornadas hábiles en dos meses consecutivos, o el 25% en cuatro meses discontinuos durante un mismo periodo de 12 meses, tambien se exigirá que las faltas de asistencia sumen un 5% de las jornadas hábiles durante los 12 meses anteriores. Tampoco se computarán las ausencias que obedezcan a un tratamiento médico por cáncer o enfermedad grave. Por último se prohibe el uso de los 12 meses de periodo de prueba en el contrato para emprendedores en el caso de que el trabajador haya ya desempeñado las mismas funciones con anterioridad en la empresa bajo cualquier modalidad de contratación.

La situación en Canarias con los ajustes presupuestarios es muy preocupante porque tal como hemos visto en el dictamen del CES sobre el anteproyecto de medidas administrativas y fiscales, ésta se ha hecho con un alto grado de improvisación, sin analizar los posibles impactos de las medidas, sin diálogo y negociación. Esto puede dar lugar, en un futuro inmediato, a medidas de mayor calado que terminen en el despido de miles de empleados públicos, dando paso a la iniciativa privada en la prestación de los servicios públicos y liberando algunos fondos para retomar algunas inversiones, sobre todo, en el sector de las obras públicas.

Se nos quiere llevar al convencimiento de que poco se puede hacer ahora, lo único que nos ofrecen es esperar a que pase el tiempo y hacer el recuento de los cadáveres que se han quedado por el camino o bien confiar en las soluciones milagrosas que vendrían de Europa con las intervenciones del BCE o algún giro en las actuales políticas obsesionadas con el control del déficit público. Independientemente de que ese giro es necesario, es prioritario empezar a cortar las ramas que ocultan el bosque del camino a seguir para cambiar todo esto.

Uno de esos caminos es el de una profunda reforma fiscal que permita transformar el injusto sistema tributario actual y que se describe muy bien en “El club de los pringaos” que he reseñado en este blog. Hay que acabar con la realidad actual de que en este país cuanto más ganas, menos pagas a la hacienda pública. 

Es el momento de mantener el pulso, de expresar nuestro rechazo a lo que está pasando sustentándolo en que hay alternativas. Por eso, estamos organizando nuevas manifestaciones ciudadanas para el domingo 10 de junio en Canarias. 

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