El desafío que se nos presenta consiste en recobrar la sencillez y la sabiduría de la naturaleza sin perder la astucia de nuestro cerebro serpentino.
Para lograrlo no podemos perfeccionarnos en base de ir contra las exigencias de la naturaleza. Ello nos conduce a estar como muertos, carentes de creatividad, bloqueadas.
¿Cómo podemos alcanzar la armonía con la naturaleza?
1) Afrontar los cambios que deseemos realizar en nuestra vida o en nuestra personalidad dejando que la realidad efectúe los cambios de acuerdo con los planes de la naturaleza y no con mis propios planes. Hacerlo mediante la aceptación amorosa y la paciencia, la comprensión laboriosa y la consciencia vigilante.
2) Escuchar a nuestro cuerpo y dejarnos guiar por la sabiduría del mismo.
3) Recuperar el contacto con la naturaleza. Exponernos a ella, observarla, contemplarla con asombro, identificarse con ella. Exponer nuestro cuerpo a la fuerza vital de la naturaleza.
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