En el avión rumbo a Madrid, percibo que el saco de los problemas vuelve a pesarme más de lo que yo desearía. Voy a una reunión del Consejo Confederal de CCOO en donde se va a marcar la estrategia del sindicato para este ultimo tramo del 2012, en el que vamos a tener que afrontar múltiples retos relacionados con la cohesión territorial del estado (elecciones en Euzkadi y Cataluña), los nuevos recortes derivados de un posible rescate de España o de la concreción de los objetivos de reducción del déficit público en los próximos presupuestos generales del estado y de las autonomías y el propio proceso de reorganización de nuestro sindicato previsto en el actual proceso congresual en el que estamos inmersos. Tendremos que dilucidar que hacer para desarrollar las iniciativas de la cumbre social (referéndum) y para continuar con la movilización sostenida que probablemente desemboque en una nueva huelga general.
Todos los días me llegan noticias de despidos, EREs, empresas con dificultades de todo tipo, familias que han pasado la frontera de la exclusión social, inseguridad... Hoy cuando he vuelto a casa, antes de venirme al aeropuerto, me he encontrado con que habíamos sido víctimas de un robo.
Para acabar de llenar el saco de los problemas, no se como vamos a pagar este mes la nomina de los trabajadores/as del sindicato y FOREM Canarias la de los suyos. Circunstancia que agravaría aún mas los retrasos que se han producido en los últimos meses en esta materia.
Hay problemas para los que no tenemos la solución en nuestras manos, al menos de una manera inmediata. Hay otros, como los internos del sindicato, y en concreto por su gravedad, los salarios de los trabajadores/as, para los que quizá se necesita un poco más de voluntad y acción y eliminar o suspender gastos que no son necesarios en estos momentos, al menos en comparación con los salarios de nuestros trabajadores y trabajadoras.
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