Todo acontecimiento doloroso encierra una semilla de crecimiento y de liberación. Te pueden permitir descubrirte y conocerte mejor y, consiguientemente, crecer y acceder a la vida y a la libertad. Llegarás a agradecer a los sentimientos negativos, a las personas o a los acontecimientos que los han originado el llegar a comprender que realmente han sido causados por tu "programación" no por la propia realidad.
Y si tú mismo has ocasionado dolor y sentimientos negativos a otros, piensa que en ese momento has ejercido con ellos la función de "maestro". Ello te ayudará a descubrir lo que la gente busca en todas partes sin jamás encontrarlo: la fuente de la serenidad y de la alegría que se esconde en cada corazón humano.
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