viernes, 8 de marzo de 2013

OCHO, NUEVE Y DIEZ



Tres dias de presencia en la calle, simbolizando el final de una cuenta atrás que tendrá el desenlace en las manifestaciones del 10 de marzo. Efectivamente, hoy hemos empezado con la concentración en las sedes del sindicato con ocasión del día internacional de la mujer. Yo he estado en la de la Casa Sindical de S/C de Tenerife. La crisis, las políticas de ajuste y la involución ideológica que está promoviendo los gobiernos de derechas, están dando lugar a un aumento de la desigualdad laboral y social entre hombres y mujeres, mientras no hay manera de poner coto a la lacra de la violencia de género.

Mañana estaré en los alrededores de Alcampo de La Laguna (9,30 de la mañana) para participar en la marcha en protesta por el convenio de grandes almacenes que la patronal del sector ha firmado con los sindicatos amarillos que controla y que supone uno de los mayores retrocesos que se han producido en España en materia de negociación colectiva.

El domingo tocará estar de nuevo en la calle en la manifestación del 10 M. Yo participaré en la de S/C de Tenerife (Plaza de Los Patos, 12 de la mañana) para expresar una vez más nuestro rechazo a las políticas de ajuste que lo único que están consiguiendo es que el paro siga aumentando, con todo lo que ello significa, y por la regeneración de la democracia, seriamente en peligro por la corrupción imperante y por el despretigio de una clase política incapaz de dar respuesta a las necesidades de la gente y de poner fin a la injusticia, el fraude y la corrupción. Los últimos datos del paro registrado en febrero nos sitúan en Canarias en el segundo peor registro de la historia sin que hayan perspectivas inmediatas de mejoras al respecto. Por lo que respecta a la afiliación a la seguridad social ya estamos en torno a los 650.000 afiliados/as cuando hace apenas 5 años rondábamos los 800.000. 

En fin, motivos para salir a la calle no faltan, pero no se trata de protestar por protestar... Necesitamos cambios inmediatos en la orientación de las decisiones que se toman por parte de nuestros gobernantes y una regeneración real de las instituciones democráticas que empezando por la propia Unión Europea, deben dar lugar en España a un nuevo marco institucional y a nuevas reglas del juego democrático.

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