Sigo con creciente interés y con expectativas cargadas de esperanza, los primeros pasos del nuevo gobierno del Cabildo Insular de Gran Canaria, sostenido por una coalición de Nueva Canarias, PSOE y Podemos, bajo la presidencia de un político de la talla de Antonio Morales.
Sin pretender que todo cambie en un tiempo récord y sabiendo las limitaciones de los Cabildos Insulares para propiciar que los cambios "posibles" mejoren sustancialmente la vida de los habitantes de las islas, creo que vamos a ver avances importantes en las formas y en el fondo en relación con el ejercicio del "buen gobierno" que Antonio Morales y su equipo va impulsar en los próximos cuatro años.
Los primeros pasos van en la dirección correcta para avalar tales expectativas: diálogo efectivo para resolver algunos conflictos laborales heredados, apuesta para fomentar desde esta institución insular el avance hacia la soberanía alimentaria impulsando la agricultura local y la extensión de las buenas prácticas de la Comarca del Sureste en materia de energías renovables que se trae en su currículum el nuevo presidente y que en estos días ya nos ha dado algún titular en relación al proyecto de la central hidroeléctrica de Chira-Soria.
En un tiempo de zozobra, desesperanza y desconfianza generalizada respecto a la política y las instituciones democráticas, debemos dar la bienvenida a lo que está sucediendo en Gran Canaria, tanto en su Cabildo como en el Ayuntamiento de Las Palmas, donde se aúnan la experiencia de buenos gestores como Antonio Morales (ex-alcalde de Agüimes y militante destacado en defensa de las energías renovables) y el soporte ideológico y organizativo de partidos como Nueva Canarias que representa el nacionalismo progresista de las islas, la frescura y las nuevas formas de hacer política de Podemos y la experiencia del Partido Socialista que espero que acentúe su perfil de izquierda al ser consciente de la oportunidad histórica de acabar con la hegemonía del Partido Popular en Gran Canaria, ejercida durante mucho tiempo en esta isla.
Los hechos dirán si se cumplen o no mis expectativas, pero, por mi parte que no falte la energía positiva del que quiere y espera que en Gran Canaria vivamos en los próximos años transformaciones importantes que favorezcan a sus ciudadanos, fruto del bien hacer de su gobierno insular.
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