Una hermosa canción de Joaquín Sabina con una estupenda letra a ritmo de vals.
Sugiero que el más triste de los presos
tenga derecho a sábanas de seda; bendita sea la boca que da besos y no traga monedas. Propongo corromper al puritano, espiar en la ducha a las vecinas, ir a quitarle al dios de los cristianos su corona de espinas. Nada de margaritas a los cuerdos, hay que correr más que la policía para bailar el vals de los recuerdos llorando de alegría. La vida no es un block cuadriculado sino una golondrina en movimiento que no vuelve a los nidos del pasado porque no quiere el viento. Se aconseja dormir a pierna suelta lejos de tentaciones de diseño, que no pase de largo por tu puerta el hombre de tus sueños. La rana esconde un príncipe encantado, tu boca un agridulce de membrillo ¡qué ganas de un cursillo acelerado de besos de tornillo! Y jugar por jugar sin tener que morir o matar, y vivir al revés que bailar es soñar con los pies. Conviene entrar penúltimo en la meta de la vuelta a la infancia en patinete y fusilar al rey de los poetas con balas de juguete. Por qué no doctorarse en cremalleras como hace la hormiguita por tu espalda e hilvanar con jirones de banderas braguitas rojigualdas. Hacen falta cosquillas para serios, pensar despacio para andar deprisa, dar serenatas en los cementerio muriéndose de risa. |
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