Ayer, en mi intervención en la asamblea de delegados/as de CCOO y UGT de Gran Canaria hice mención a un documental que vi el miércoles en la segunda cadena de TVE, "El cerebro automático" que se puede ver en esta entrada. Lo hice para referirme a los peligros que acechan al pensamiento crítico y a la tendencia a hacer prevalecer el pensamiento único y denigrar cualquier forma de relativismo, como consecuencia de los automatismos y reglas instaladas en nuestro inconsciente.
Me apoyé también en algunas lecturas del famoso ensayo de Daniel Kahneman, "Pensar rápido, pensar despacio". En concreto, quiero citar aquí lo que dice Kahneman en la página 120 de su libro en relación a los principales sesgos que condicionan nuestros juicios y decisiones:
- La confianza excesiva: Lo que vemos es todo lo que hay. Nuestro sistema asociativo tiende a decidirse por un modo coherente de activación y suprime la duda y la ambigüedad.
- Los efectos marco: Maneras diferentes de presentar la misma información a menudo provocan emociones diferentes. La afirmación de que "las probabilidades de supervivencia un mes después de la cirugía son del 90%" hace que nos sintamos más seguros que la de que "la mortalidad un mes después de la cirugía es del 10%".
- La tasa base ignorada: Tendemos a dejar de lado las probabilidades estadísticas cuando consideramos una cuestión si ponen en cuestión nuestras creencias o intuiciones.
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