jueves, 13 de febrero de 2020

LOS RECUERDOS DEL AGUA



Este documental de 2017 de la Fundación Telesforo Bravo - Juan Coello para el Consejo Insular de La Palma me ha llevado a evocar también algunos recuerdos de mis primeros años de vida en los que aún no había agua corriente en mi casa de El Paso (La Palma). Efectivamente, el agua había que ir a buscarla en baldes a lo que llamábamos el Morro (a unos 100 metros de la casa pero subiendo una cuesta empinada) en el que mi familia tenía unos huertos con un pequeño estanque de agua y una pileta para lavar. Hasta allí llegaba el derecho (acción) de agua de la Comunidad Aridane (agua de galerías). Esto significaba que el agua era un bien escaso que había que administrar con mucho cuidado: no había cuarto de baño, sólo un retrete conectado directamente con una fosa séptica, se utilizaba una lavadera de metal para lavarnos las manos y la cara y una vez a la semana, en el retrete,  se hacía el baño general semanal con baldes de agua calentada en la cocina. 

Poco después de morir mi abuela (yo tenía 8 o 9 años) mi padre compró una acción de agua que permitió que el agua corriente llegara a casa y se construyera un cuarto de baño. Mi madre siempre decía que le quedó la pena de que eso no lo viera mi abuela antes de morir.

A pesar de la actual sequía y de los problemas crecientes para cumplir con la demanda creciente de consumo de agua en nuestras islas, creo que no somos conscientes de lo que el agua ha significado para el desarrollo de la vida en Canarias y en particular, de la vida humana. Los esfuerzos y sacrificios que tuvieron que hacer nuestros antepasados para el acceso a este bien tan escaso en estas islas y la vinculación del control del agua con la historia de las relaciones de poder en el archipiélago. Sin ir más lejos, a mi me resultaría interesante profundizar en el conocimiento de la lucha que hubo en La Palma por las aguas de La Caldera y el conflicto entre el Ayuntamiento de El Paso y Las Haciendas de Argual y Tazacorte. Recuerdo que lo más completo que he leído hasta ahora al respecto es lo que recoge Rosario Pino Capote en la biografía de su padre Antonio Pino titulada "Abarim". Durante un tiempo, este conflicto marcó la vida de mi pueblo y todavía tengo presente a una combativa señora que vivía cerca de casa llamada Justina quien emulando a la Pasionaria lanzaba sus incendiarias proclamas contra el robo de las aguas de La Caldera, a todo aquel que la quisiera oír. Pero esto es otra historia que algún día trataré aquí. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario