Dejo atrás una semana carnavalera en la que los docentes hemos tenido vacaciones. Influido por la fascinación del descubrimiento de las ondas gravitacionales que, a mi juicio, ha sido la gran noticia de la semana, aprecio mi inmensa pequeñez en el marco de la inmensa grandeza del universo y sin embargo observo en mi interior otros espacios enormes donde casi todo está por descubrir...
Pero ese viaje por el "universo interior" requiere hacer uso de herramientas elaboradas con las ideas inspiradoras de la sabiduría perenne y poner en su sitio a un "ego" limitador que se agarra a los tentáculos del pasado para combatir el miedo a lo desconocido y a salir de la "zona de confort". Meterse en la boca del mundo interior nos lleva a estar sometidos a los vaivenes que producen fuerzas contrapuestas que dan lugar a momentos de agitación y sensaciones de "veleta".
Algunas de esas ideas inspiradoras han llegado a mi en esta semana resumidas en frases como:
- Lo importante no es llegar, lo importante es el camino.
- La superación personal no tiene sentido sin el altruismo, el supeditarla al "beneficio de todos los seres". Mejorar como persona es la "palanca" para poder ayudar a los demás.
- Pero esto debe ser simultáneo: mejoramos ayudando de corazón a los demás y ayudamos mejor a los demás si estamos comprometidos en ser mejor personas.
- El conocimiento no nos lleva automáticamente a la sabiduría pues la base de ésta es la acción.
No es fácil convertir estas ideas en inyectores que me impulsen al necesario viaje interior del "conócete a ti mismo". Se requiere constancia y coraje y mucha paciencia para ir "caminando poco a poco". Las estaciones por las que hay que pasar se llaman "atención plena", "servir con corazón", "dar brillo a los sucesos cotidianos", "paz y sosiego", "introspección y metacognición", "humildad para aprender" y "saber pedir perdón".
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