Hoy, he participado en una reunión de secretarios generales de federaciones y territorios que forman parte de la confederación sindical de CCOO para analizar la incidencia de la pasada huelga general, situarnos en el panorama socioeconómico que tenemos que abordar tras esta huelga general y definir las tareas sindicales inmediatas.
En relación a este último punto, se puso sobre la mesa la necesidad de llevar a cabo iniciativas concertadas y programadas en el campo del reparto de alimentos y productos básicos, asesoramiento y apoyo a personas afectadas por el desahucio de sus viviendas y otras medidas relacionadas con la compensación de las insuficiencias de las redes públicas de protección social.
Debe haber una dirección confederal en estos temas para no montar lo primero que se nos ocurra llevados por un repentino ataque de "caridad". En este sentido, la ejecutiva confederal ya está trabajando en un borrador al respecto.
Se vio la conveniencia de seguir recogiendo firmas para apoyar la Iniciativa Legislativa Popular sobre la ley hipotecaria y los desahucios y empezar a colaborar con organizaciones y entidades especializadas en asesorar y dar apoyo a las víctimas.
Los datos conocidos apuntan que en España se pierde la mitad de los alimentos aptos para el consumo. El 40% en los hogares, el 40% en las empresas productoras y sólo el 5% en la cadena de distribución. Sin convertirnos en un banco de alimentos, podemos intervenir al respecto en varios niveles:
- Sensibilización y colaboración en la recogida de alimentos en los hogares para su donación a entidades especializadas en su recogida y distribución.
- Implicar a nuestra secciones sindicales y representantes en la toma de decisiones empresariales de donación de alimentos y otros productos básicos. Vincular estas actuaciones al fomento de la responsabilidad social corporativa.
- Favorecer el voluntariado social de nuestra afiliaciónen estos temas.
- Acuerdos de colaboración con organizaciones especializadas en la acción social en coherencia con nuestro compromiso de ayudar a crear una sociedad civil organizada.
También sería conveniente poner en marcha acciones directas de ayuda a parados que nos convierta en un referente en este tema, creando nuestra propia red solidaria.
Sin olvidar los objetivos prioritarios de la acción sindical muy vinculados a nuestra presencia en los centros de trabajo, creo que en este campo se nos abre una oportunidad para ser también referentes para los parados, especialmente aquellos que están más en peligro de la exclusión social. De no ser así, cabe la posibilidad de que organizaciones en las antípodas de los valores que defendemos, empiecen a cubrir las ya mencionadas insuficiencias de las redes públicas de protección social. Los Hermanos Musulmanes en Egipto y Hamas en Palestina saben mucho al respecto. Pero lo peor es que el partido nazi griego, Amanecer Dorado, también está centrando su actividad en la creación de una red solidaria de excluidos griegos, donde -eso si- no cabe ningún inmigrante.
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