Manifestación del 19 de febrero en Las Palmas de Gran Canaria
Manifestación del 19 de febrero en S/C de Tenerife (pinchar en la imagen para ver un video de la manifestación)
Miles de canarios y canarias han salido este domingo a la calle en las dos manifestaciones celebradas en Las Palmas y S/C de Tenerife contra la reforma laboral. Más de un millón de personas lo han hecho en las 57 manifestaciones celebradas en todo el estado.
A continuación transcribo el texto de la intervención que hice al final de la manifestación de Tenerife.
"Compañeros, compañeras, amigos, amigas; gracias por estar aquí en una mañana donde existía el temor de que las fiestas del carnaval no facilitara una presencia importante de trabajadores y trabajadoras, de ciudadanos y ciudadanas en esta primera convocatoria de movilización en la calle contra la reciente reforma laboral. Gracias de verdad.
Creo que los carnavaleros de toda la vida se sentirán a gusto aquí. Estamos recuperando la esencia transgresora y rebelde del carnaval que en esta ciudad se convirtió en unas de las primeras manifestaciones de resistencia masiva contra la dictadura franquista.
Hoy se está produciendo en todo el estado el inicio, en la calle, de un proceso de contestación creciente que tiene la voluntad clara de parar esta reforma.
De un plumazo, el nuevo gobierno de España ha querido acabar con buena parte del derecho laboral para llevarnos nuevamente a finales del siglo XIX.
Nos quieren imponer una reforma que facilita y abarata enormemente el despido, que desequilibra la negociación colectiva dándole el poder de decisión a la parte empresarial y que va a traer consigo una reducción generalizada de los salarios.
Nadie se va a salvar, ningún sector de asalariados que ahora tienen trabajo se van a quedar libres de los efectos perniciosos de esta reforma, ni los empleados públicos, ni los de cuello blanco, nadie. Pero tampoco va a ser una solución para la gran mayoría de los parados, de los jóvenes,… Ni siquiera de los autónomos, ni de la mayoría de los empresarios. Que nadie piense que va a salvar su empresa con unas relaciones laborales dictatoriales, con un incremento del paro, con reducciones salariales. Que nadie piense que van a aumentar sus ventas o mejorar su negocio con este panorama. Sólo unos pocos se van a ver beneficiados. Los que sólo piensan en sus beneficios, los que reclaman que lo desregulemos todo, excepto aquellas leyes y normas que protegen sus intereses.
Es una reforma pensada, no solo para quitar de en medio a los sindicatos, sino a cualquier organización social que ose tener, en estos momentos, una posición crítica o alternativa. La eliminación de la democracia en las relaciones laborales supone una apuesta decidida por hacer retroceder los valores democráticos a los límites donde del territorio donde sólo impera la dictadura. Es una reforma, por tanto, que rompe el modelo de convivencia democrática.
Esta reforma va a ser la antesala de otros retrocesos importantes: la limitación del derecho a huelga, el control de las bajas laborales por las mutuas y unos presupuestos generales del estado que van a dan lugar a nuevos recortes en los servicios públicos esenciales y en la inversión pública.
Responde también a las presiones de poderes externos que están llevando a Europa al abismo que están detrás de las escenas de desesperación que hemos visto estos días en las calles de Atenas y que tienen que tener una respuesta a nivel europeo. Por eso, vamos a salir de nuevo a la calle el próximo 29 de febrero en la jornada de movilización europea para defender el estado de bienestar, los servicios públicos y en contra de esta reforma laboral.
Es el momento de la unidad, de dejar a un lado las diferencias insalvables y los reproches. Ahora a mucha gente, a muchas organizaciones nos tiene que unir el dar una respuesta contundente a los que quieren imponer esta reforma. Tenemos que movernos juntos, aunque no olvidemos las diferencias, hay que llevar la presión de la mayoría a las calles, a las empresas, a los tribunales,… A donde sea.
Nos podrán quitar las leyes, nos podrán quitar los derechos pero no nuestra dignidad, no nuestra decisión de luchar no sólo por nosotros mismos, sino por nuestros hijos, por las generaciones futuras y por los antepasados que con su esfuerzo y sacrificio impusieron los derechos que ahora nos quieren quitar. Ellos supieron hacerlo sin derechos, teniendo en contra todos los poderes represivos de los estados. Ahora, no podemos resignarnos, no podemos quedarnos en nuestras casas o decir que esto no va conmigo.
Compañeros y compañeras vamos a luchar, vamos a resistir, vamos a parar a las fuerzas de la oscuridad que nos quieren robar un horizonte donde a pesar de todo, un mundo más justo sea posible. Por eso le vamos a decir bien alto: ¡No pasarán! ¡No se van a salir con la suya!, por eso, ¡esta reforma la vamos a parar!
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