En la anterior entrada en este blog, defendía la conveniencia de que personas jubiladas como yo nos dedicáramos a tareas de voluntariado y militancia social centradas en ayudar a colectivos de personas en peligro de sufrir el rechazo y la marginación. Uno de los colectivos más vulnerables es el de los inmigrantes, especialmente aquellos que acaban de llegar a esta tierra por vías irregulares y con escasos recursos para subsistir e integrarse.
Por ello, me decidí a colaborar como voluntario del Centro de Estudios Africanos de la Universidad de La Laguna, en el proyecto de clases de español a inmigrantes recién llegados a Canarias e internados en el Centro de Las Raíces gestionado por la Asociación ACCEM.
Conocía este proyecto porque mi cuñada Patricia Pareja fue una de las personas que lo diseñó y lo puso en marcha. Empecé el pasado 28 de febrero y solo he dado clases en 6 sesiones de hora y media (los viernes por la mañana en la Facultad de Física y Matemáticas de la ULL).
El grupo que atiendo es el de los inmigrantes con más dificultades para comunicarse, puesto que no conocen ni el francés, ni el inglés que es el idioma vehicular que se utiliza en los otros dos grupos. Además, algunos de ellos son analfabetos en su propio idioma natal. La mayoría son de Mali y hablan el bambara y unos pocos el soninké y el fulani. Hay algún senegalés o gambiano que hablan el wólof. Como nota curiosa, he de anotar que la mayoría de mis alumnos me han dicho que proceden de la ciudad maliense de Kayes, cercana a las fronteras con Senegal y Mauritania.
En las otras sesiones semanales, mis compañeros y compañeras están más centrados en el sistema de alfabetización basado en la enseñanza de letras, sonidos, sílabas y palabras; lo cual me ha permitido orientar mis enseñanzas al uso de expresiones de utilidad inmediata para unos alumnos que desconocen totalmente el español, con la dificultad de que yo desconozco también sus idiomas maternos. Por eso he tenido que hacer uso de diccionarios muy elementales para traducir desde el español al bambara, wólof y fulani (diccionario bambara del ayuntamiento de La Laguna, diccionario wólof del ayuntamiento de La Laguna y el traductor multilenguas de Google). Como el soninké no está incluido en este traductor multilengua, he tenido que hacer uso del diccionario Glosbe Español-Soninké (tiene muchas limitaciones) y del traductor de Google "como se dice en soninké".
En el vídeo inicial (la banda sonora es la canción "Djembé" de Salif Keita) he incluido fotos de los materiales que he utilizado.
Lamentablemente, la mayoría de los alumnos son enviados a la península al cabo de 5 ó 6 semanas en las que han estado asistiendo a las clases de español y los resultados se ven limitados por este escaso tiempo disponible para lograr un mínimo conocimiento del español. No obstante, creo que este proyecto y otros similares les puede servir de ayuda para paliar el enorme choque cultural que experimentan al llegar aquí.
Por lo que a mi respecta, he de decir que la experiencia está resultando muy gratificante y los viernes por la mañana se está convirtiendo en uno de los momentos más satisfactorios de cada semana. En consecuencia, animo a todas las personas que les guste la enseñanza y puedan disponer de un par de horas cada semana a que se ofrezcan como voluntarios en el Centro de Estudios Africanos. Se necesitan más voluntarios y garantizo que "merece la pena".
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