Del 6 al 15 de mayo he estado de viaje por Almería y Granada. Es una forma de salir de la zona de confort que genera la vida de un jubilado en su casa, exponiéndome al choque con lo nuevo, tratando de mantener una sana curiosidad por la cultura y la natura de los lugares visitados.
Los primeros días nos quedamos en un hotel de Roquetas de Mar pero nos movimos por una parte de la provincia de Almería, destacando la visita al Cabo de Gata, la Alcazaba de Almería (ver su historia en estos dos enlaces: Alcazaba 1 y Alcazaba 2), Mojácar y la Sierra de Gádor (La Alpujarra almeriense). En el apartado de la gastronomía quiero destacar los almuerzos en Casa Puga (Almería) y la Fonda Amalia (Dalías).
Los últimos cuatro días lo pasamos en Granada, alojándonos en un pequeño hotel de la céntrica Plaza del Carmen de esta ciudad. Obligadas fueron las visitas a La Alhambra, el Barrio del Albaicín y La Alpujarra granadina. Ni que decir tiene que estuvimos tapeando en el Bar Los Diamantes de la Calle Navas.
Paralelamente, como complemento a la información que me entraba por los sentidos, comencé a leer una interesante novela que me trasladó a como eran algunos de los lugares visitados en el siglo XVII, se trata de "El segundo hijo del mercader de sedas" de Felipe Romero que también me hizo interesarme por uno de los episodios oscuros de la historia de España: la expulsión de los moriscos.
En fin, he tenido la oportunidad de hacer un viaje donde también he ido más allá de las apariencias inmediatas de los lugares visitados para tener algunas percepciones de lo que hay en el substrato: la cultura y la historia.
Los primeros días nos quedamos en un hotel de Roquetas de Mar pero nos movimos por una parte de la provincia de Almería, destacando la visita al Cabo de Gata, la Alcazaba de Almería (ver su historia en estos dos enlaces: Alcazaba 1 y Alcazaba 2), Mojácar y la Sierra de Gádor (La Alpujarra almeriense). En el apartado de la gastronomía quiero destacar los almuerzos en Casa Puga (Almería) y la Fonda Amalia (Dalías).
Los últimos cuatro días lo pasamos en Granada, alojándonos en un pequeño hotel de la céntrica Plaza del Carmen de esta ciudad. Obligadas fueron las visitas a La Alhambra, el Barrio del Albaicín y La Alpujarra granadina. Ni que decir tiene que estuvimos tapeando en el Bar Los Diamantes de la Calle Navas.
Paralelamente, como complemento a la información que me entraba por los sentidos, comencé a leer una interesante novela que me trasladó a como eran algunos de los lugares visitados en el siglo XVII, se trata de "El segundo hijo del mercader de sedas" de Felipe Romero que también me hizo interesarme por uno de los episodios oscuros de la historia de España: la expulsión de los moriscos.
En fin, he tenido la oportunidad de hacer un viaje donde también he ido más allá de las apariencias inmediatas de los lugares visitados para tener algunas percepciones de lo que hay en el substrato: la cultura y la historia.
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