Mis recuerdos infantiles me llevan a la imagen de mi abuela materna que aunque murió a los 66 años, me parecía una mujer muy mayor, el prototipo de una anciana. Muchos años después, en el día que cumplo 60 años, con 6 años menos que mi abuela, la imagen que tengo de mí, nada tiene que ver con la que tenía de niño respecto a mi abuela. También es verdad que de aquel niño de 8 o 9 años, poco queda en mi yo actual, pese a que los años transcurridos desde entonces, ahora me parecen que han pasado velozmente.
Me propongo hacer acopio de la sabiduría acumulada para intentar vivir dignamente, dejando a un lado los espacios irrelevantes para centrarme en lo realmente importante que creo que hay que buscar en los espacios sinuosos de la vida cotidiana, tratando de que la buena vida sea compatible con "el beneficio de todos los seres" y con los espacios contemplativos de mi "ser interior". Bueno, esto parece demasiado trascendente y lo mejor es no enredarnos con las palabras... Se trata de vivir sin "presión" y sin demasiado "equipaje".
He traído a esta entrada dos vídeos que me han enviado dos amigos: uno para ponerle algo de humor a eso de cumplir años y el otro para combinar unas bonitas reflexiones con las imágenes de mi pueblo.
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