España acaba de perder ante Italia y los jugadores tienen que hacer la maleta. Ayer el PP volvió a ganar las elecciones generales aumentando su representación en el Congreso y en el Senado. El Jueves triunfaba el "Brexit" en Reino Unido.
Son malas noticias para mí, pero no quiero caer en la tentación de descalificar a los votantes que han tomado decisiones que no me gustan o ignorar que la selección italiana ha jugado mejor y ha eliminado justamente a la española.
Constato que el llamado proyecto europeo cada vez es menos atractivo para muchos ciudadanos y su decadencia está alimentando a la extrema derecha. Tomo nota de los efectos negativos para la llamada izquierda de la repetición de las elecciones generales y del escaso impacto de la corrupción y el austericidio en las decisiones electorales de millones de votantes, muchos de los cuales se han dejado llevar por el dicho conservador de "más vale malo conocido que bueno por conocer". Y acabo de ver la evidencia de que ha finalizado un ciclo victorioso de la selección española de fútbol.
Pero la vida sigue y las "malas rachas" se terminan. Por eso me quedo con las palabras de Saramago:
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