Este documental
norteamericano fue dirigido por el cineasta Robert Kenner. En la primera parte
del film se analiza la producción industrial de carne, calificándola como
inhumana e insostenible. La segunda parte se centra en la producción industrial
de grano y verduras, etiquetándola también como insostenible desde una
perspectiva económica y ambiental.
La última parte trata
acerca del poder de las grandes compañías de producción de alimentos centradas
en ofrecer comida barata pero contaminada y en el uso de productos químicos
basados en el petróleo, sobre todo, pesticidas y fertilizantes, promocionando
hábitos de consumo alimentario poco sanos.
Apoyado en las
investigaciones de Eric Schlosser para su 'bestseller' "Fast Food
Nation" y en el libro de Michael Pollan "The Omnivore's Dilemma” (El
dilema del omnívoro), el documental saca a la luz datos estremecedores sobre lo
que comemos y cómo se produce y su efecto en la actividad económica y la salud
del consumidor. Aunque este documental investiga la situación de la industria
alimentaria en Estados Unidos, sus revelaciones hablan de una clara tendencia
global.
Frente a todo ello, los
consumidores podemos adoptar 10 simples medidas que sirvan para presionar a las
compañías alimentarias para que empiecen a modificar sus insanas estrategias:
1. Dejar de consumir
bebidas gaseosas u otras bebidas endulzadas.
2. Comer en casa en vez de
comer en un restaurante.
3. Apoyar leyes que
obliguen a los restaurantes a informar a sus clientes sobre el contenido
nutricional de sus platillos.
4. Obligar a las escuelas
a que dejen de vender refrescos, comida chatarra y bebidas deportivas, ya que
la obesidad infantil se ha incrementado dramáticamente en pocos años.
5. Lunes sin carne. Dejar
de comer carne un día a la semana. Cerca del 70% de los antibióticos producidos
en los Estados Unidos son utilizados en animales de granja.
6. Consumir alimentos
orgánicos o sustentables sin pesticidas.
7. Proteger las granjas
familiares. Visita tu mercado de productores locales.
8. Leer las etiquetas.
Conocer de dónde viene nuestra comida.
9. Informar a nuestros
representantes de que la seguridad alimentaria es muy importante para nosotros.
10. Exigir medidas para
beneficiar a los campesinos del campo y a los pequeños productores de comida,
como salarios justos y buenas condiciones laborales.