lunes, 3 de junio de 2024

¿SIRVE DE ALGO PEGAR CARTELES EN UNA CAMPAÑA ELECTORAL?



Como militante de Podemos que está participando en las tareas típicas de una campaña electoral como la actual para el Parlamento Europeo, a veces me asalta la duda de si sirve para algo estar comprometido en eso que llamo tareas típicas como pegar carteles, distribuir folletos, participar en caravanas o ir a actos para acompañar a nuestras candidatas/os... En una época en que lo digital lo determina todo, ¿Sirve de algo "poner el cuerpo" para llevar a cabo tareas que pueden parecer ya anacrónicas?

He encontrado tres artículos que desde distintos enfoques defienden la eficacia de estas modalidades tradicionales de propaganda política.

El primero se titula "La importancia de carteles y flyers en la política". Plantea que las calles están repletas de peatones y coches durante las dos semanas que dura una campaña electoral y una cartelería que sepa captar la atención de los transeuntes es tan eficaz como un anuncio en prime time en televisión.

El segundo artículo "Cuáles son los efectos de la propaganda electoral" se basa en un estudio empírico para medir el impacto de la propaganda electoral en la ciudad de Barcelona, durante las campañas de 2016 y 2019. Las conclusiones a las que llega son:

 Primero, que la propaganda electoral a nivel de calle afecta los resultados electorales. Segundo, que este efecto es heterogéneo y que depende de las características sociodemográficas de los electores, lo que puede afectar asimétricamente a los partidos y sus estrategias electorales. Finalmente, que el efecto de la propaganda electoral de un partido sobre los resultados de otro puede ser positivo o negativo, dependiendo de su proximidad a nivel ideológico y posiblemente del contexto electoral.

Concretando algo más, considero interesantes las siguientes precisiones:

  • Cuanto mayor concentración de carteles y banderolas en una zona, mayor es la posibilidad de incrementar el porcentaje de votos al partido que lo hace (un modesto incremento de banderolas y carteles puede provocar hasta un incremento del 0,8% de puntos porcentuales en el apoyo al partido en cuestión).
  • La cantidad de propaganda tiene menos efecto en zonas ricas o acomodadas y mayor efecto en áreas con una población relativamente más joven.
  • Los partidos de derecha se benefician mutuamente de la proximidad de propaganda de distintos partidos de ideología similar, mientras sucede lo contrario con los partidos de izquierda.
El tercer artículo se titula "Como usar los carteles para ganar territorio político" y enfoca el tema desde una perspectiva más psicológica, haciendo referencia a la intervención de la parte reptiliana de nuestro cerebro que nos lleva a tomar decisiones a la hora de votar que no se pueden explicar desde la racionalidad. En el artículo se plantea que "la campaña electoral es el momento político en el que la lucha por el poder entre los distintos grupos humanos se hace más explícita y a veces hasta descarnada. Los grupos políticos marcan el territorio del mismo modo que el perro y el astronauta (esto se explica en el artículo). Y lo hacen así, usando carteles electorales".

Si bien es cierto que nadie vota por la cantidad de carteles que ve, no es menos cierto que no votamos racionalmente y que las zonas más primitivas de nuestro cerebro son protagonistas fundamentales de una campaña electoral. Y  para esas zonas primitivas es muy importante la sensación de poder que transmita un candidato o partido, sensación que, entre otros elementos, está vinculada a la presencia de carteles suyos en las calles. 

Finalmente, en este artículo se dan 7 consejos simples para usar mejor los carteles electorales:

1) Colocar carteles antes que los demás. Pegar primero. Lograr ese efecto de poder durante los primeros días de la campaña electoral.
2)Colocar carteles en zonas no disputadas y sin contaminación visual.
3)Colocar menos carteles pero de gran dimensión.
4)Marcar el territorio con carteles electorales ubicados en lugares más estratégicos que los rivales.
5)Marcar el territorio con acciones: una marcha, una caminata, una caravana de vehículos, una concentración de personas, un evento artístico, un grupo bailando, unos actores recreando una escena... 
6)Marcar el territorio digital con contenidos propios: artículos, fotografías, vídeos, noticias y todos los formatos amigables que puedas desarrollar. 
7)Entregar mensajes en la propia mano de los votantes: desde los folletos en papel hasta la difusión por mensajería instantánea en los móviles.

Convencido ya de que todavía es necesaria esta actividad electoral para mejorar los resultados de mi partido, ahora voy a referirme a las últimas encuestas que sugieren que un tercer eurodiputado de Podemos está al alcance de unas décimas porcentuales y que estas décimas se pueden conseguir en lo que queda de campaña.

No voy a seleccionar aquellas encuestas más favorables que nos dan ya los tres diputados. Me voy a centrar en el sondeo publicado hoy de 40dB para EL PAÍS que sitúa a Sumar (3 diputados) ligeramente por encima de Podemos (2 diputados) y predice la victoria del PP con 23 diputados pero con el PSOE cerca con 20 escaños. No puedo dejar pasar la oportunidad de constatar, una vez más, el sesgo antipodemos tradicional de El País que compara los resultados actuales con los de 2019 donde quien se presentó fue Unidas Podemos (de los 6 eurodiputados obtenidos solo una era de Podemos, otro de los Anticapitalistas y los otros 4 afines a lo que hoy es Sumar) lo cual no puede llevar a afirmaciones como las que se hacen en el artículo sobre que Podemos pierde 4 diputados y Sumar gana 3. 

La estimación de voto para Podemos está en el 4,0% y para Sumar el 5,6% (sumando ambos porcentajes, se está a 0,5 puntos porcentuales del 10,1% que obtuvo U.P. en 2019). El barómetro mensual de este mismo periódico de hace un mes nos daba también una estimación del 4,0% pero nos asignaba 2-3 diputados y a Sumar, 0,1 puntos porcentuales más y una estimación de 3-4 diputados.

Según el sondeo, Podemos tiene el 47,3% de los apoyos a UP en las europeas de 2019, mientras que un 29,7% votaría ahora por Sumar y un 8% al PSOE. Respecto al barómetro de hace un mes, hay novedades importantes y positivas para Podemos puesto que en ese entonces manteníamos el 42,6 % de los apoyos a UP, Sumar el 31,5% y el PSOE el 11,8%.

En este sondeo la transferencia de votos a SUMAR en las generales del 23 de julio de 2023 es de un 37,4% de votos a la coalición actual de Sumar, un 28,0% a Podemos, un 11,6 % al PSOE, un 3,9% a Ahora Repúblicas y un 8,2 % de indecisos.

Irene Montero es la más conocida por el electorado (un 90%) pero ocupa la segunda posición de los candidatos más rechazados con un -25% de valoración, detrás del candidato de VOX con un -26% (a pesar de ello, este partido tiene una estimación de voto del 10,7%).

En el barómetro de hace un mes, sólo el 55,8% de los votantes que muestran simpatía por Podemos iban a votar seguro el 9 de junio. En el sondeo de hoy se ha pasado a un 70,9%. Creo que la campaña está animando a votarnos a muchos posibles abstencionistas.

En conclusión, estamos muy cerca de lograr un tercer eurodiputado, haciendo caso a uno de los sondeos con mejor fama respecto a lo que va a suceder el próximo 9 de junio. Mayor motivo para hacer todo lo que la militancia tenga a su alcance en estos días de campaña que quedan hasta el próximo viernes.

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