Andan los añorantes del régimen franquista bastante revueltos por lo de la posible exhumación del cadáver del caudillo del Valle de los Caídos. Intentan ocultar la podedumbre del régimen fascista que imperó en mis primeros 21 años de vida y que desde la guerra civil hasta su final llenó de represión, condenas y ejecuciones el espacio vital de todos los españoles. Este breve poema de Ángel González lo refleja muy bien. Se lo dedico a todos lo que pretenden negar la horrible faz del franquismo.
Sí, fue un malentendido.
Gritaron: ¡a las urnas! y él entendió: ¡a las armas! -dijo luego. Era pundonoroso y mató mucho. Con pistolas, con rifles, con decretos.
Cuando envainó la espada dijo, dice:
La democracia es lo perfecto. El público aplaudió. Sólo callaron, impasibles, los muertos.
El deseo popular será cumplido.
A partir de esta hora soy -silencio- el Jefe, si queréis. Los disconformes que levanten el dedo.
Inmóvil mayoría de cadáveres
le dio el mando total del cementerio. |
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