Los recientes atentados terroristas en Cataluña nos han vuelto a sentir en propia carne los efectos más devastadores del radicalismo islámico y las reacciones que provoca: desde la más genuina y desinteresada solidaridad hasta las respuestas más lamentables inspiradas en el odio reactivo, la islamofobia, los intereses políticos contrapuestos, etc.
La única manera de neutralizar a la internacional de odio es a través del conocimiento, la reflexión y la toma de medidas guiadas por una toma de consciencia real de lo que está sucediendo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario