Con este título en dos entregas, otro veterano sindicalista de CCOO José Luis López Bulla
ha participado en el debate del Diario Público iniciado con la ponencia
de Joan Coscubiela que puede consultarse en el siguiente enlace:
Por supuesto, estamos en «tiempos neoliberales» como
dice el enunciado de este debate que ha organizado Orencio Osuna en
www.espacio-publico.com, y tiene como referencia el trabajo inicial de
Joan Coscubiela. Ahora bien, soy del parecer que la cuestión principal
es la emergencia de la cuarta revolución industrial –propiciada por una
vasta, veloz y versátil novísima tecnología— que está generando un
espectacular proceso de innovación y reestructuración de los aparatos
productivos y de servicios, cuyos tiempos ya no coinciden con los
ritmos del ciclo económico; una economía global pensada según los
cánones neoliberales, ciertamente. Quedamos, pues, en lo siguiente: la
madre del cordero no es la globalización, sino la revolución industrial
de esta fase con sus consecuencias de innovación y reestructuración, y
de ahí debe partir el sindicalismo confederal desde el centro de
trabajo, que llamaremos ecocentro de trabajo, en continua mutación.
Primer aviso: esta observación inicial no está en la mirada de todo
el sindicalismo europeo, lo que explicaría –aunque parcialmente-- el
repliegue y desorientación desde el inicio de la crisis de 2008, a pesar
de las gigantescas movilizaciones que se han dado en todo este periodo.
No sólo repliegue sino enclaustramiento de la práctica sindical (y de
sus movilizaciones) en cada Estado nacional, y dentro de éste (en
algunos casos) la emergencia de brotes nacionalistas. Es más, lo
chocante del caso es que, en todo este largo periodo, el sindicato
europeo –agobiado por la crisis y el aprovechamiento que están haciendo
las derechas económicas y sus franquicias políticas-- ha puesto en el
congelador todo un cuaderno de grandes planteamientos: pongamos que
hablo de la negociación colectiva a escala europea, por ejemplo. Más
todavía, no es posible retomar la gran cuestión de la Europa social sin
la existencia de una negociación colectiva europea, que fue un proyecto
del sindicalismo europeo de los años noventa, que sigue celosamente
guardado en los archivos esperando quién sabe qué ocasión.