sábado, 26 de julio de 2014

CONFLICTOS


Estoy viviendo situaciones conflictivas y en la próxima semana tendrán lugar momentos decisivos para encontrar o no soluciones de consenso. Espero que los "apuntes" que transcribo a continuación me sirvan para guiar lo que me corresponde hacer al respecto.
 
Es inevitable el tener que abordar situaciones conflictivas en los distintos ámbitos de nuestra vida. Muchas veces es muy difícil mantener la objetividad para no terminar convirtiendo el conflicto en algo personal, perdiendo la perspectiva de lo realmente importante y prioritario.

En las organizaciones el conflicto es algo habitual. Lo malo es cuando la forma de resolverlos se hace recurriendo a la hostilidad y la agresividad y a las creencias de estar siempre en posesión de la verdad, cayendo, por tanto, en el intento de resolverlos de una manera autoritaria.

La resolución de los conflictos requiere dejar pasar las situaciones de enojo para no estar dominados por las emociones negativas que éste genera. El diálogo es fundamental para rebajar la tensión y tratar de que las partes entiendan los diferentes puntos de vista. La madurez de una organización está intimamente relacionada con su capacidad para resolver los conflictos que van surgiendo en su seno y a valorar las diferencias como una oportunidad para el crecimiento. 

Para enfrentarnos a un conflicto de la mejor manera, hay que partir del reconocimiento de su existencia y de definir correctamente el mismo. Después hay que asumir la parte de responsabilidad que tenemos en el mismo (corresponsabilidad) y plantearse la voluntad de superarlo desde la tolerancia con la otra parte (ver y valorar su punto de vista), diseñando alternativas de solución, procurando elegir las opciones en las que ganen los dos (dentro del margen de maniobra realmente existente), buscando alcanzar compromisos que eviten rupturas irreversibles.

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