Desde ayer tenemos un nuevo informe de un comité de expertos sobre una de las reformas más importantes que se van a acometer en el estado español en los próximos meses: la reforma fiscal.
El gobierno ya nos tiene acostumbrados a recurrir a los "comités de expertos" para dar una cobertura de objetividad y respetabilidad a sus reformas. Lo cual no es para estar muy tranquilos, dado que el mismo gobierno es quien decide la composición de estos comités y el antecedente más cercano del comité para la reforma del sistema público de las pensiones.
CCOO, el pasado 4 de marzo, presentó una propuesta de reforma fiscal que hace dos días nos la resumía el compañero Carlos Bravo en Televisión Española. Ayer mismo en nuestra web se hacía una primera valoración de la propuesta de los "expertos".
En un extenso informe de unas 430 páginas, se hacen un buen número de propuestas que se podrían sintetizar en los siguientes 10 puntos:
1) Rebaja de las cotizaciones sociales de entre tres y cuatro puntos
Los expertos sugieren que en el largo
plazo y cuando el sistema de pensiones se estabilice, se bajen entre
tres y cuatro puntos las cotizaciones sociales, y para compensar la
caída de recaudación se suba el tipo general del IVA del 21% al 23%.
Esta rebaja se concentrará, sobre todo, en los empleos menos
cualificados y con bajos salarios y pretenderá que las cuotas se adecúen
a la remuneración percibida.
Asimismo, la bajada se acompañaría de
una supresión de las bonificaciones salvo para colectivos muy definidos y
ligaría directamente las cotizaciones realizadas durante toda la vida
laboral con la cuantía de la pensión que se percibirá en el futuro.
2) IRPF: rebaja a cuatro tramos y un tipo máximo del 50%
El Impuesto de la Renta de las Personas Físicas (IRPF) es uno de los que más cambios sufriría si el Gobierno sigue la recomendación del comité de expertos. El tipo mínimo pasaría del actual 24,75% al 20%, rebaja que afectaría a todos los ciudadanos ya que el primer tramo de renta de todos los contribuyentes está gravado a este tipo. En cuanto al tipo máximo, ningun autonomía podría fijar tipos superiores al 50%, frente al 56% que tienen en Cataluña, por ejemplo, para acercarse poco a poco a la media europea, que sería del 45%. El tipo mínimo se aplicaría también al ahorro, con lo que pasaría a tributar al 20%.
Para compensar esta bajada de los tipos marginales se eliminaría la desgravación por vivienda habitual en un plazo de 5 a 10 años y empezaría a tributar como ingreso la vivienda en propiedad habitual, aunque estarían exentos los que ganen menos de 20.000 euros anuales o los propietarios de viviendas con un valor catastral inferior a 100.000 euros. Esta propuesta ya ha sido rechazado por el Gobierno.
Los expertos proponen también revisar los mínimos personales para favorecer a las familias con hijos o ascendientes a su cargo. Habría también una recomposición de la bases mediante la eliminación de exenciones, reducciones y bonificaciones. Se apuesta por que los mileuristas dejen de pagar IRPF.
3) La indemnización por despido improcedente también tributaría
Las indemnizaciones por despido improcedente, que hasta ahora estaban exentas del pago del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), empezarían a tributar, si se sigue el consejo de los expertos. El argumento es que en muchos casos empresas y trabajadores pactan el despido y la indemnización teniendo en cuenta que este dinero no tributa a Hacienda, lo que le ahorra miles de euros a las compañías.
4) Sociedades: un tipo único del 20% y menos deducciones
En el Impuesto sobre Sociedades la reforma que han propuesto los expertos no es ni mucho menos baladí. Plantea bajar el tipo general del actual 30% al 25% en un primer momento y en una etapa posterior hasta el 20%. Esta bajada tiene letra pequeña, ya que sería a cambio de limitar la deducibilidad de los gastos financieros que se correspondan con un excesivo endeudamiento con el fin de contribuir a la mayor capitalización de las empresas.
Manuel Lagares, el presidente del comité de expertos designado por el Gobierno, aseguró ayer que «las empresas españolas se financian en un 30% con recursos propios y en un 70% con deuda. Para contribuir a que las empresas aumenten capital proponemos limitar la deducción de los gastos financieros de toda aquella deuda que supere el 50%.
Las empresas tienen que hacer más fábricas y poner menos mármoles en sus sedes centrales». «La idea final de todos estos cambios en el Impuesto de Sociedades es que las empresas paguen más impuestos ya que, en ocasiones, con unos tipos nominales del 30% el tipo efectivo se quedaba luego en el 5 ó el 10%, y eso no puede ser», argumenta Lagares. Además, el tipo será único tanto para pymes como para grandes empresas, para no entorpecer el aumento de tamaño de las compañías. Y se aboga por suprimir el régimen de módulos al que se acogen autónomos y pepueños empresarios.
5) IVA: aumentan los productos que pasan del 10 al 21%
La propuesta para el corto plazo es mantener el actual tipo general del IVA en el 21% pero, a cambio, se traspasarían productos que ahora tienen un IVA reducido del 10% al general del 21%, aunque sin tocar todos los servicios relacionados con el turismo, la vivienda y el transporte público. Estarían afectados por esta subida productos alimenticios no básicos, como las galletas, la carne o el pescado, entre otros muchos.
Los productos de primera necesidad que tributan ahora al tipo superrreducido del 4% se mantendrían como tal. En este apartado están el pan, la leche, los quesos o los huevos.También proponen suprimir o limitar las exenciones al pago de IVA en varios supuestos. Entre ellas, las excepciones a los colegios profesionales, a las organizaciones patronales y también a las loterías y otros juegos de azar que gocen de exenciones. Además se limitaría la vigencia del régimen de IVA de caja que entró en vigor el 1 de enero.
6) Un impuesto muy reducido sobre el vino, similar al francés
Elevar progresivamente la tributación sobre el alcohol para acercarse a la media europea es una de las propuestas de los expertos, que también proponen revisar periódicamente los tipos específicos que ahora se aplican para que se mantenga el peso de la imposición sobre el precio final.
Además, la comisión recomienda la posibilidad de establecer un impuesto a tipo muy reducido sobre el vino, como el que recientemente se ha creado en Francia.
En cuanto a los impuestos sobre el tabaco, los expertos señalan que debería continuarse la política de igualar la imposición de las laborares de tabaco distintas de los cigarrillos a los tributos que pagan estos para evitar trasvases del consumo. También abogan por revisar periódicamente el impuesto específico y el mínimo para que mantengan el peso sobre el precio.
7) Bienes Inmuebles: subir el IBI hasta el 1% y que también lo recaude el Estado
La propuesta de los expertos es especialmente crítica con el actual Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) por su baja recaudación, del 1% del PIB en 2012, frente a los países del entorno. Por ello pretenden incorporar al IRPF los rendimientos de la vivienda habitual mientras se sube el tributo.
Este nuevo IBI gravaría bienes tanto rústicos como urbanos, tendría participación estatal en su recaudación -en la actualidad es municipal- y sería «algo inferior» al 1% del valor catastral del inmueble. El gravamen recaería sobre valores patrimoniales y no sobre rendimientos.
En este punto, denuncian que el valor de los bienes inmuebles, en general, está infravalorado por el Catastro por lo que propone estimaciones anuales simultáneas en todos los municipios del territorio y no cuando cada consistorio lo crea conveniente.
8) Tasas por entrar al centro de las ciudades y más peajes
Cuidar el medio ambiente a través de los impuestos es uno de los objetivos de la reforma que se ha propuesto. Para ello se pide gravar de diferentes manera a las personas o actividades que contaminan.
Con este espíritu se propone equiparar el tipo del impuesto del gasóleo al de la gasolina; suprimir las exenciones del Impuesto del Carbón y crear un nuevo tributo sobre el uso de vehículos de tracción mecánica, así como una tasa de congestión para poder entrar a las ciudades con más tráfico, al estilo de la que ya funciona en algunas ciudades europeas, entre ellas Londres. En principio la idea es que esta tasa de congestión se aplicara en Madrid y Barcelona.
Además se popone el pago de tasas por el uso de nuevas infraestructuras, de modo que si se construye un puente o nueva carretera con dinero público se le ponga un peaje que ayude a pagar la inversión realizada en su construcción y su mantenimiento.
En la misma línea, se aboga por sustituir la base imponible del impuesto sobre la electricidad por el número de kilowatios/hora consumidos y limitar drásticamente las exenciones.
También se propone suprimir los impuestos autonómicos sobre grandes superficies comerciales y de servicios, al igual que los impuestos regionales sobre emisiones de dióxido de carbono. Los expertos abogan por un nuevo impuesto estatal sobre depósitos de residuos de construcción, que se cedería a las autonomías.
9) Eliminación de Patrimonio y mínimo en Sucesiones
La imposición sobre la propiedad es algo superior en España a la media comunitaria, por lo que los expertos proponen cambios que nos acerquen a la media europea.
En el caso del impuesto sobre el Patrimonio, que ahora se paga en todas las comunidades salvo en Madrid, los expertos apuestan por su eliminación definitiva. Además, señalan que se debe prever legalmente que no pueda establecerse como un impuesto propio de las comunidades autónomas.
Proponen, sin embargo, mantener el impuesto sobre Sucesiones, que ahora no se paga en algunas autonomías, como Madrid, cuando la herencia es de padres a hijos. En concreto, instan a crear una tributación mínima en todo el territorio nacional y establecer un mínimo exento de entre 20.000 y 25.000 euros. Los tipos impositivos deberían situarse en un rango de entre el 4 y el 11%. Ahora, el tipo máximo se cobra en Andalucía, Murcia y Asturias, y asciende al 36,5%.
Además, en línea con el sentido general de la reforma, aboga por la supresión de reducciones como la de parentesco -que se sustituiría por tipos específicos en función de la proximidad de del mismo-, la de cantidades percibidas por seguros de vida o por donaciones intervivos, salvo en caso de personas con discapacidad.
En cuanto al impuesto también autonómico de Transmisiones patrimoniales, que grava las transmisiones de casas o coches de segunda mano, los expertos proponen una reducción progresiva hasta su desaparición.
10) Atraer extranjeros
Además los expertos proponen modificar el régimen de residentes no domiciliados y rebajar su fiscalidad para reactivar así el mercado inmobiliario en las zonas de turismo residencial, ante «la elevada bolsa de inmuebles sin vender» en zonas costeras.
2) IRPF: rebaja a cuatro tramos y un tipo máximo del 50%
El Impuesto de la Renta de las Personas Físicas (IRPF) es uno de los que más cambios sufriría si el Gobierno sigue la recomendación del comité de expertos. El tipo mínimo pasaría del actual 24,75% al 20%, rebaja que afectaría a todos los ciudadanos ya que el primer tramo de renta de todos los contribuyentes está gravado a este tipo. En cuanto al tipo máximo, ningun autonomía podría fijar tipos superiores al 50%, frente al 56% que tienen en Cataluña, por ejemplo, para acercarse poco a poco a la media europea, que sería del 45%. El tipo mínimo se aplicaría también al ahorro, con lo que pasaría a tributar al 20%.
Para compensar esta bajada de los tipos marginales se eliminaría la desgravación por vivienda habitual en un plazo de 5 a 10 años y empezaría a tributar como ingreso la vivienda en propiedad habitual, aunque estarían exentos los que ganen menos de 20.000 euros anuales o los propietarios de viviendas con un valor catastral inferior a 100.000 euros. Esta propuesta ya ha sido rechazado por el Gobierno.
Los expertos proponen también revisar los mínimos personales para favorecer a las familias con hijos o ascendientes a su cargo. Habría también una recomposición de la bases mediante la eliminación de exenciones, reducciones y bonificaciones. Se apuesta por que los mileuristas dejen de pagar IRPF.
3) La indemnización por despido improcedente también tributaría
Las indemnizaciones por despido improcedente, que hasta ahora estaban exentas del pago del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), empezarían a tributar, si se sigue el consejo de los expertos. El argumento es que en muchos casos empresas y trabajadores pactan el despido y la indemnización teniendo en cuenta que este dinero no tributa a Hacienda, lo que le ahorra miles de euros a las compañías.
4) Sociedades: un tipo único del 20% y menos deducciones
En el Impuesto sobre Sociedades la reforma que han propuesto los expertos no es ni mucho menos baladí. Plantea bajar el tipo general del actual 30% al 25% en un primer momento y en una etapa posterior hasta el 20%. Esta bajada tiene letra pequeña, ya que sería a cambio de limitar la deducibilidad de los gastos financieros que se correspondan con un excesivo endeudamiento con el fin de contribuir a la mayor capitalización de las empresas.
Manuel Lagares, el presidente del comité de expertos designado por el Gobierno, aseguró ayer que «las empresas españolas se financian en un 30% con recursos propios y en un 70% con deuda. Para contribuir a que las empresas aumenten capital proponemos limitar la deducción de los gastos financieros de toda aquella deuda que supere el 50%.
Las empresas tienen que hacer más fábricas y poner menos mármoles en sus sedes centrales». «La idea final de todos estos cambios en el Impuesto de Sociedades es que las empresas paguen más impuestos ya que, en ocasiones, con unos tipos nominales del 30% el tipo efectivo se quedaba luego en el 5 ó el 10%, y eso no puede ser», argumenta Lagares. Además, el tipo será único tanto para pymes como para grandes empresas, para no entorpecer el aumento de tamaño de las compañías. Y se aboga por suprimir el régimen de módulos al que se acogen autónomos y pepueños empresarios.
5) IVA: aumentan los productos que pasan del 10 al 21%
La propuesta para el corto plazo es mantener el actual tipo general del IVA en el 21% pero, a cambio, se traspasarían productos que ahora tienen un IVA reducido del 10% al general del 21%, aunque sin tocar todos los servicios relacionados con el turismo, la vivienda y el transporte público. Estarían afectados por esta subida productos alimenticios no básicos, como las galletas, la carne o el pescado, entre otros muchos.
Los productos de primera necesidad que tributan ahora al tipo superrreducido del 4% se mantendrían como tal. En este apartado están el pan, la leche, los quesos o los huevos.También proponen suprimir o limitar las exenciones al pago de IVA en varios supuestos. Entre ellas, las excepciones a los colegios profesionales, a las organizaciones patronales y también a las loterías y otros juegos de azar que gocen de exenciones. Además se limitaría la vigencia del régimen de IVA de caja que entró en vigor el 1 de enero.
6) Un impuesto muy reducido sobre el vino, similar al francés
Elevar progresivamente la tributación sobre el alcohol para acercarse a la media europea es una de las propuestas de los expertos, que también proponen revisar periódicamente los tipos específicos que ahora se aplican para que se mantenga el peso de la imposición sobre el precio final.
Además, la comisión recomienda la posibilidad de establecer un impuesto a tipo muy reducido sobre el vino, como el que recientemente se ha creado en Francia.
En cuanto a los impuestos sobre el tabaco, los expertos señalan que debería continuarse la política de igualar la imposición de las laborares de tabaco distintas de los cigarrillos a los tributos que pagan estos para evitar trasvases del consumo. También abogan por revisar periódicamente el impuesto específico y el mínimo para que mantengan el peso sobre el precio.
7) Bienes Inmuebles: subir el IBI hasta el 1% y que también lo recaude el Estado
La propuesta de los expertos es especialmente crítica con el actual Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) por su baja recaudación, del 1% del PIB en 2012, frente a los países del entorno. Por ello pretenden incorporar al IRPF los rendimientos de la vivienda habitual mientras se sube el tributo.
Este nuevo IBI gravaría bienes tanto rústicos como urbanos, tendría participación estatal en su recaudación -en la actualidad es municipal- y sería «algo inferior» al 1% del valor catastral del inmueble. El gravamen recaería sobre valores patrimoniales y no sobre rendimientos.
En este punto, denuncian que el valor de los bienes inmuebles, en general, está infravalorado por el Catastro por lo que propone estimaciones anuales simultáneas en todos los municipios del territorio y no cuando cada consistorio lo crea conveniente.
8) Tasas por entrar al centro de las ciudades y más peajes
Cuidar el medio ambiente a través de los impuestos es uno de los objetivos de la reforma que se ha propuesto. Para ello se pide gravar de diferentes manera a las personas o actividades que contaminan.
Con este espíritu se propone equiparar el tipo del impuesto del gasóleo al de la gasolina; suprimir las exenciones del Impuesto del Carbón y crear un nuevo tributo sobre el uso de vehículos de tracción mecánica, así como una tasa de congestión para poder entrar a las ciudades con más tráfico, al estilo de la que ya funciona en algunas ciudades europeas, entre ellas Londres. En principio la idea es que esta tasa de congestión se aplicara en Madrid y Barcelona.
Además se popone el pago de tasas por el uso de nuevas infraestructuras, de modo que si se construye un puente o nueva carretera con dinero público se le ponga un peaje que ayude a pagar la inversión realizada en su construcción y su mantenimiento.
En la misma línea, se aboga por sustituir la base imponible del impuesto sobre la electricidad por el número de kilowatios/hora consumidos y limitar drásticamente las exenciones.
También se propone suprimir los impuestos autonómicos sobre grandes superficies comerciales y de servicios, al igual que los impuestos regionales sobre emisiones de dióxido de carbono. Los expertos abogan por un nuevo impuesto estatal sobre depósitos de residuos de construcción, que se cedería a las autonomías.
9) Eliminación de Patrimonio y mínimo en Sucesiones
La imposición sobre la propiedad es algo superior en España a la media comunitaria, por lo que los expertos proponen cambios que nos acerquen a la media europea.
En el caso del impuesto sobre el Patrimonio, que ahora se paga en todas las comunidades salvo en Madrid, los expertos apuestan por su eliminación definitiva. Además, señalan que se debe prever legalmente que no pueda establecerse como un impuesto propio de las comunidades autónomas.
Proponen, sin embargo, mantener el impuesto sobre Sucesiones, que ahora no se paga en algunas autonomías, como Madrid, cuando la herencia es de padres a hijos. En concreto, instan a crear una tributación mínima en todo el territorio nacional y establecer un mínimo exento de entre 20.000 y 25.000 euros. Los tipos impositivos deberían situarse en un rango de entre el 4 y el 11%. Ahora, el tipo máximo se cobra en Andalucía, Murcia y Asturias, y asciende al 36,5%.
Además, en línea con el sentido general de la reforma, aboga por la supresión de reducciones como la de parentesco -que se sustituiría por tipos específicos en función de la proximidad de del mismo-, la de cantidades percibidas por seguros de vida o por donaciones intervivos, salvo en caso de personas con discapacidad.
En cuanto al impuesto también autonómico de Transmisiones patrimoniales, que grava las transmisiones de casas o coches de segunda mano, los expertos proponen una reducción progresiva hasta su desaparición.
10) Atraer extranjeros
Además los expertos proponen modificar el régimen de residentes no domiciliados y rebajar su fiscalidad para reactivar así el mercado inmobiliario en las zonas de turismo residencial, ante «la elevada bolsa de inmuebles sin vender» en zonas costeras.
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