domingo, 1 de diciembre de 2013

MOVILIZACIONES Y EMOCIONES NEGATIVAS


Leyendo a Goleman en su último libro "Focus", subrayo el hecho de que "las emociones dirigen nuestra atención y que solemos apartar la atención de aquello que nos resulta desagradable". Dice también Goleman que "centrarnos en lo negativo desemboca en el desaliento y la falta de compromiso". 

¿Tendrá algo que ver lo anterior con el escaso éxito de las movilizaciones en las que he participado este año? ¿Por qué asistieron tan pocas personas a la manifestación celebrada en S/C de Tenerife el pasado sábado para defender las pensiones públicas? Salvo la manifestación del 24 de octubre, coincidiendo con la huelga general en la enseñanza pública, esa ha sido la tónica general de los actos de protesta y movilizaciones en las que he participado en los últimos tiempos.

Ante ello, vuelven a asaltarme las dudas: ¿sirve para algo tanto esfuerzo, tantas iniciativas? Para frenar el desaliento, rememoro algunos ejemplos de movilizaciones exitosas (la última huelga del servicio de basura en Madrid y otros logros concretos del movimiento sindical, algunas acciones de Greenpeace,...). También pienso que las acciones que no despiertan grandes apoyos o no consiguen resultados inmediatos son los que algunos llaman las semillas del cambio.

Pero hablando de cambios, algo se tendría que hacer con nuestros mensajes, con la liturgia de los actos en los que participo, con la forma de invitar a los demás a que se unan a nuestras "causas", con el ejemplo que damos... 

Una estrofa del poema de Bertold Brecht "Alabanza del revolucionario" dice:

"Allá donde él se siente a la mesa
se sienta también el descontento.
La comida sabe mal
y se reconoce que el cuarto es estrecho".

Acaso, esta concepción de la lucha, del espíritu revolucionario ¿no tendrá algo que ver con las escasas personas que se parapetan detrás de nuestras pancartas?

Las vanguardias "aguafiestas" en las que a veces me integro, tal vez no son conscientes de que todo lo que se relacione con las emociones negativas es poco motivador, que la indignación se puede agotar y desembocar en el puro nihilismo,...

Termino con la pista que me da Goleman en el capítulo "Las amenazas distantes" de su último libro: 

"Para que se produzca un cambio a largo plazo, necesitamos una acción sostenida, un mensaje positivo que nos diga cuáles son las mejores acciones que hay que emprender".

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