Esta mañana he participado en un debate radiofónico del programa "Espejo Canario" sobre los "cambios en el mercado laboral".
Aprovechando el inicio del libro de Lynda Gratton "Prepárate: el futuro del trabajo ya está aquí" y motivado por mi participación en este debate, he preparado algunas reflexiones que les traslado a continuación.
Abordar el futuro del mercado de trabajo requiere, en primer lugar, situarnos en los cambios y tendencias que se están imponiendo en el área de influencia a la que pertenecemos, tanto a nivel social como productivo. Me voy a centrar en las nueve tendencias que considero más importantes:
1) Una demográfia con una caída de la natalidad y un incremento de la longevidad.
2) Creciente incorporación de las mujeres al trabajo.
3) Extensión de los sistemas educativos que están dando lugar a un incremento de las personas tanto con niveles educativos básicos como superiores.
4) Demandas para hacer compatibles el crecimiento económico y la sostenibilidad medioambiental.
5) Rechazo social a la marginación y la exclusión social.
6) Terciarización de la economía.
7) Nuevas realidades empresariales (externalización, subcontratas, deslocalización,...).
8) Nueva cultura contractual (desaparición del trabajo fijo, búsqueda de la polivalencia,...).
9) Impacto global de las nuevas tecnologías que está dando lugar a un cambio radical en los sistemas de producción y comercialización de empresas y organizaciones y a una modificación de las pautas de consumo.
¿Cómo se están gobernando actualmente estos cambios? Se están abordando desde la hegemonía de los planteamientos neoliberales. Esto está dando lugar a:
1) Una gestión asimétrica de la flexiseguridad en beneficio de los intereses empresariales que reclaman una flexibilidad a su medida.
2) Utilización del derecho del trabajo a través de las reformas laborales para compensar la inviabilidad en Europa, a través de la política monetaria, de llevar a cabo una devaluación del euro, imponiendo una devaluación interna que se traduce en una creciente pérdida del poder adquisitivo de los salarios y una mayor desigualdad entre las rentas del capital y las del trabajo.
3) Igualación a la baja de los salarios y las condiciones de trabajo para dar respuesta a la segmentación del mercado de trabajo (desigualdades entre los que tienen mayor antigüedad, derechos y trabajos y los trabajadores/as que se han ido incorporando a la actividad productiva con otras condiciones).
4) Incremento generalizado de la desigualdad en el reparto de la riqueza y en la contribución al sostenimiento de las administraciones (impuestos) entre la élite superior y los demás.
5) Creciente deslegitimación del sistema democrático y todas las organizaciones que se consideran vinculadas al mismo.
¿Cuál es la alternativa a las ideas dominantes para el gobierno de los cambios?
Desde la política se debe priorizar:
1) Asumir los cambios y tendencias en marcha.
2) Una política laboral que restablezca el papel equilibrador del derecho del trabajo.
3) Regulación de unas relaciones laborales que priorice lo colectivo a lo individual (convenios colectivos, organizaciones que defiendan los intereses de parte,...).
4) Fortalecer el papel regulador y redistribuidor del estado a través de un sistema fiscal justo, unos servicios públicos suficientes y unos derechos sociales que no dejen en el desamparo a los sectores sociales más desfavorecidos.
5) Preeminencia del interés común y la transparencia en la gestión de las instituciones públicas a través de un desarrollo de la democracia participativa.
Los trabajadores/as deben asumir:
1) Concebir el trabajo como un elemento de realización e inspiración vital, compatible con asumir también el mayor reto que tiene que abordar nuestra generación y las futuras: la utilización y conservación de los recursos cada vez más menguantes del planeta (energía, agua, suelo,...).
2) Combinar el dominio de una competencia o habilidad (saber hacer) con otras habilidades relacionadas con la motivación (querer hacer), la creatividad, las relaciones y la movilidad (saber estar).
3) Esto requiere el esfuerzo necesario a través del aprendizaje continuo para invertir en capital intelectual (formarnos para adquirir una "maestría"), en capital social (amistades y redes) y enfocar el trabajo vinculado a las capacidades de ser creativos y productivos.
Los empresarios/as deben asumir también:
1) Un cambio de roles para abandonar la estructura jerárquica tradicional del trabajo (relaciones paternales basadas en el modelo padre-hijo para sustituirlas por relaciones colaborativas basadas en el modelo adulto-adulto).
2) Asumir, por tanto, la necesidad de nuevas políticas de recursos humanos que promuevan prácticas laborales significativas y permitan la puesta en práctica modelos de cogestión y codecisión.
3) Entender que una de las mayores ventajas competitivas será la capacidad de construir alianzas de cooperación.
Abordar el futuro del mercado de trabajo requiere, en primer lugar, situarnos en los cambios y tendencias que se están imponiendo en el área de influencia a la que pertenecemos, tanto a nivel social como productivo. Me voy a centrar en las nueve tendencias que considero más importantes:
1) Una demográfia con una caída de la natalidad y un incremento de la longevidad.
2) Creciente incorporación de las mujeres al trabajo.
3) Extensión de los sistemas educativos que están dando lugar a un incremento de las personas tanto con niveles educativos básicos como superiores.
4) Demandas para hacer compatibles el crecimiento económico y la sostenibilidad medioambiental.
5) Rechazo social a la marginación y la exclusión social.
6) Terciarización de la economía.
7) Nuevas realidades empresariales (externalización, subcontratas, deslocalización,...).
8) Nueva cultura contractual (desaparición del trabajo fijo, búsqueda de la polivalencia,...).
9) Impacto global de las nuevas tecnologías que está dando lugar a un cambio radical en los sistemas de producción y comercialización de empresas y organizaciones y a una modificación de las pautas de consumo.
¿Cómo se están gobernando actualmente estos cambios? Se están abordando desde la hegemonía de los planteamientos neoliberales. Esto está dando lugar a:
1) Una gestión asimétrica de la flexiseguridad en beneficio de los intereses empresariales que reclaman una flexibilidad a su medida.
2) Utilización del derecho del trabajo a través de las reformas laborales para compensar la inviabilidad en Europa, a través de la política monetaria, de llevar a cabo una devaluación del euro, imponiendo una devaluación interna que se traduce en una creciente pérdida del poder adquisitivo de los salarios y una mayor desigualdad entre las rentas del capital y las del trabajo.
3) Igualación a la baja de los salarios y las condiciones de trabajo para dar respuesta a la segmentación del mercado de trabajo (desigualdades entre los que tienen mayor antigüedad, derechos y trabajos y los trabajadores/as que se han ido incorporando a la actividad productiva con otras condiciones).
4) Incremento generalizado de la desigualdad en el reparto de la riqueza y en la contribución al sostenimiento de las administraciones (impuestos) entre la élite superior y los demás.
5) Creciente deslegitimación del sistema democrático y todas las organizaciones que se consideran vinculadas al mismo.
¿Cuál es la alternativa a las ideas dominantes para el gobierno de los cambios?
Desde la política se debe priorizar:
1) Asumir los cambios y tendencias en marcha.
2) Una política laboral que restablezca el papel equilibrador del derecho del trabajo.
3) Regulación de unas relaciones laborales que priorice lo colectivo a lo individual (convenios colectivos, organizaciones que defiendan los intereses de parte,...).
4) Fortalecer el papel regulador y redistribuidor del estado a través de un sistema fiscal justo, unos servicios públicos suficientes y unos derechos sociales que no dejen en el desamparo a los sectores sociales más desfavorecidos.
5) Preeminencia del interés común y la transparencia en la gestión de las instituciones públicas a través de un desarrollo de la democracia participativa.
Los trabajadores/as deben asumir:
1) Concebir el trabajo como un elemento de realización e inspiración vital, compatible con asumir también el mayor reto que tiene que abordar nuestra generación y las futuras: la utilización y conservación de los recursos cada vez más menguantes del planeta (energía, agua, suelo,...).
2) Combinar el dominio de una competencia o habilidad (saber hacer) con otras habilidades relacionadas con la motivación (querer hacer), la creatividad, las relaciones y la movilidad (saber estar).
3) Esto requiere el esfuerzo necesario a través del aprendizaje continuo para invertir en capital intelectual (formarnos para adquirir una "maestría"), en capital social (amistades y redes) y enfocar el trabajo vinculado a las capacidades de ser creativos y productivos.
Los empresarios/as deben asumir también:
1) Un cambio de roles para abandonar la estructura jerárquica tradicional del trabajo (relaciones paternales basadas en el modelo padre-hijo para sustituirlas por relaciones colaborativas basadas en el modelo adulto-adulto).
2) Asumir, por tanto, la necesidad de nuevas políticas de recursos humanos que promuevan prácticas laborales significativas y permitan la puesta en práctica modelos de cogestión y codecisión.
3) Entender que una de las mayores ventajas competitivas será la capacidad de construir alianzas de cooperación.
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