viernes, 4 de marzo de 2022

UCRANIA, RUSIA Y NOSOTROS


La década de los años 20 del siglo XXI que estamos aún iniciando, no tiene parangón en los 65 años que llevo viviendo. Dos años de pandemia global, el volcán en mi isla de La Palma y ahora, la invasión de Ucrania por parte de Rusia que acerca a la humanidad a un conflicto nuclear de consecuencias apocalípticas.

Desde que comenzó la invasión hace 8 días llevo intentando aclarar mi posición sobre este tema en medio de un vendaval de noticias, imágenes y emociones que trato de analizar con el principio de precaución derivado de la famosa frase de que "la verdad es una de las primeras víctimas de una guerra".

Cuando en estos momentos están muriendo cientos de miles de víctimas inocentes en tierra ucraniana y los refugiados ya superan el millón, me resulta indecente ponerme de perfil y refugiarme en un relativismo progre que trata de conciliar posiciones ideológicas preestablecidas y la ilusión de hacer algo por la causa. Creo que la invasión de Ucrania por Rusia es condenable sin paliativo alguno y los ucranianos tienen el derecho a la legítima defensa y a recibir toda la ayuda posible de carácter humanitario y de carácter militar (armas que le ayuden a defenderse, si esa es su voluntad). Esa ayuda también debe incluir las sanciones a Rusia que sean razonables para hacer cambiar su posición y acceder a unas negociaciones que permitan una salida al conflicto.

Dicho esto, es necesario hacer todo lo posible para que la verdad no sea otra víctima de esta guerra porque ello sólo contribuirá a agravarla. 

Lo primero que debemos hacer es no dejarnos arrastrar por la propaganda de unos y otros y por los falsos relatos que acompañan a los que están inmersos en el ardor guerrero. Creo que hay que indagar en los antecedentes de esta guerra, en los motivos que tienen las partes implicadas y en las posibilidades de establecer futuros marcos de diálogo. No se puede caer en un aumento del belicismo y en restricciones a la libertad de prensa. No podemos analizar lo que ha pasado y está pasando con esquemas rígidos donde solo caben dos colores: el blanco o el negro. La verdad, casi siempre, tiene tonalidades grises. 

En segundo lugar, se debe priorizar la búsqueda del fin de esta guerra mediante negociaciones en las que todas las partes tienen que ceder para que todas puedan gozar del bien supremo de la paz. No sirve de nada para tal fin las descalificaciones con palabras gruesas de Putin o la rusofobia. Tampoco es incompatible una apuesta decidida por la paz con la ayuda a quienes están siendo agredidos en estos momentos y no quieren rendirse: los ucranianos. Ayuda que como ya he dicho, pueden incluir armas defensivas que deberá controlar el gobierno ucraniano para evitar que lleguen a milicias incontroladas o grupos mafiosos. La urgente búsqueda de una salida negociada al conflicto no sólo es necesaria para evitar la pérdida de vidas humanas en el campo de batalla sino para parar todos los efectos colaterales que también van a llevar sufrimiento y empobrecimiento no sólo a los ciudadanos rusos por el efecto de las sanciones sino a los países occidentales y a todo el mundo por el efecto bumerán de dichas sanciones que implican también desatender tareas urgentes y globales como la lucha contra el cambio climático y que son esenciales para garantizar el futuro de la humanidad.

En tercer lugar, el rechazo de la invasión rusa tiene que propiciar el reforzamiento de la democracia en Europa, frente a posibles tentaciones autoritarias relacionadas con el rearme, la vuelta a la guerra fría o a la expansión de la OTAN. En este sentido, le corresponde una especial responsabilidad a las fuerzas de izquierda que se mueven en Europa y más concretamente en España. No es una buena noticia que una de las víctimas colaterales del conflicto sea Unidas Podemos. Espero que las divergencias surgidas en esta coalición en relación a la entrega de armas a Ucrania, no sea la antesala de una nueva fractura en el ámbito político a la izquierda del PSOE. 

Por si puede ser de utilidad para que quien lea esto llegue a sus propias conclusiones, les dejo los enlaces con artículos y vídeos que he tomado en consideración para llegar a la postura que he expresado y que como toda opinión debe ser provisional y modificable.


ARTÍCULOS:

1) Propaganda, mentiras, información:
2) La guerra vista desde España:
3) Putin y la extrema derecha:
4) La oposición a la guerra en Rusia:

VÍDEOS:


























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