viernes, 20 de noviembre de 2020

FRANCO

Visita de Franco a Canarias en 1950 (NODO)

Hoy hace 45 años de la muerte del dictador Francisco Franco. Yo tenía 19 años y era estudiante en la Universidad de La Laguna. Fue un hecho que viví con alegría y con la esperanza de que el franquismo tenía los días contados. Por aquel entonces yo ya me había librado de la "comedera de coco" a las que nos sometía el régimen desde que nacíamos. Ahora intento dejar atrás las emociones asociadas al odio y el desprecio porque estoy intentando experimentar que es eso del "amor y la compasión" pero tengo que reconocer que no me resulta fácil aplicarlo a personajes como éste. 

Seis años antes de mi nacimiento, el "generalísimo" visitó mi pueblo, El Paso (isla de La Palma), en la visita que realizó a Canarias en 1950 y que se puede ver en el vídeo de la entrada. Ese era el clima de adhesión total que dominaba en el "ambiente" y que se alimentaba también desde el adoctrinamiento que recibíamos en la escuela. Con el ánimo de ilustrar lo que es de verdad el adoctrinamiento totalitario aplicado a la enseñanza, he recuperado algunos textos de dos libros escolares de la época que aún conservo.

ENCICLOPEDIA "ALVAREZ" (2º GRADO):





NOSOTROS (PRIMER LIBRO DE LECTURA CORRIENTE):




viernes, 6 de noviembre de 2020

NEGACIONISMO

El psicólogo Rafael Santandréu hablando del negacionismo en La Cadena Ser (31-7-20)

Estamos ante uno de los peores escenarios posibles después de las elecciones en EEUU. Parece que las ha ganado el candidato demócrata Joe Biden pero por un margen mucho menor de lo que vaticinaban las encuestas y eso ha facilitado la estrategia de Donald Trump de negarse a reconocer cualquier resultado que no sea el de su victoria, tal como ya había anunciado antes de la celebración de los comicios. Esto puede dar lugar a una de las crisis institucionales más importantes en la historia de los EEUU y como es de suponer, cuando una gran potencia tiembla, el mundo se tambalea.

Es el negacionismo llevado a las trincheras de la política que curiosamente tiene un escenario paralelo en Bolivia, días antes de que el candidato del MAS acceda a la presidencia de este país. Los sectores más aguerridos de la oposición se niegan a reconocer un triunfo tan claro alegando la misma cantinela de supuestos fraudes. La realidad se sustituye por lo que diga el líder o gurú de turno que pasa a ser, en la mente de sus adeptos, LA VERDAD. Sólo falta emular a Mussolini en la marcha sobre Roma que le llevó a asaltar el poder después de unas elecciones que no le dieron la victoria. ¿Llegarán Trump o los "cívicos" bolivianos a abanderar una marcha sobre Washington o La Paz?

Apunta Santandréu en la entrevista que acompaña esta entrada que todos podemos caer en la negación en un momento dado (o creernos teorías negacionistas que no se sustentan en pruebas consistentes) si nos pilla débil emocionalmente, siendo los motores de la negación el miedo o la inmadurez. En el caso de algunos líderes políticos, personas endiosadas por el poder, es muy fácil que se nieguen a ver la realidad.

Frente a ello plantea este psicólogo que la clave de las relaciones está en sugerir y no exigir nunca. Los países en sus conflictos y las personas estamos demasiado acostumbrados a "exigir" y los resultados son penosos.
Con la sugerencia, insiste Santandréu, se consiguen grandes resultados. No todo por supuesto, porque eso es imposible. Pero sí un 80% del cambio. En cambio con la exigencia, solo obtienes un 20% de lo que exiges y encima con un gran coste emocional.

La conclusión es que necesitamos líderes que sugieran más y exijan menos. Necesitamos que las dudas sean mejor consideradas y que los que todo lo saben y van sobrados por la vida no tengan tanto éxito como sucede actualmente. Necesitamos que personas como Trump no sean el resultado de la necesidad que tienen muchas personas en sentirse seguras atrincheradas en sus certezas y odiando las diferencias.

martes, 3 de noviembre de 2020

ESPERANDO LOS RESULTADOS DE LAS ELECCIONES EN EEUU

Cómo funciona el sistema electoral en EEUU

A unas horas de que se cierren todos los colegios electorales en Estados Unidos, el mundo espera impaciente un resultado incierto pese a la ventaja que le dan las encuestas a Joe Biden. Las elecciones presidenciales en EEUU se han convertido en un asunto global que concierne a toda la humanidad.

Tal como funciona el sistema electoral, nada garantiza que el candidato que gane más votos sea proclamado presidente. Hillary Clinton obtuvo más de 3 millones de votos que Donald Trump en las pasadas elecciones y perdió claramente con el sistema del colegio electoral. Esto ha sucedido también en otras elecciones anteriores. Estamos pues ante un sistema obsoleto muy alejado del criterio de que el voto de cada ciudadano tiene igual valor. Se trata de un sistema de muy difícil corrección por la dificultad de obtener las amplias mayorías necesarias para cambiar la constitución y las normas electorales que favorecen a los territorios más conservadores y a los grupos de presión que controlan el Partido Republicano
y, también, el Partido Demócrata.

Durante los últimos días he visto la mayor parte de los documentales de Movistar que se mencionan en este artículo de El País, especialmente centrados en la figura controvertida de Donald Trump. También añadiría a esta relación dos documentales que vi en La 2 y vienen muy bien para situarnos en el núcleo de lo que se está dilucidando en estas elecciones: el documental de Michael Moore "Farenheit 11/9" y "El show de Trump".

Algunos artículos también nos pueden ayudar a comprender lo que está pasando en EEUU. Entre lo mucho que se ha publicado al respecto en los últimos tiempos destaco estos dos: el artículo de Vicens Navarro "Los grandes déficits de la democracia en Estados Unidos: claves para entender lo que pasará mañana" y la entrevista en El Diario a la historiadora Nancy Isenberg en la que sostiene que "la división de clases en EEUU es tan extrema que no es una democracia real".

Para esta noche debemos tener en cuenta la especial importancia de los resultados en los seis estados péndulo o bisagra que van a determinar que la balanza se incline a favor de uno u otro candidato. Pero si queremos tener una guía mas precisa para esta noche electoral recomiendo este artículo de El Diario.

Joe Biden es un hombre del establishment que siempre ha mantenido posiciones moderadas. No me genera ningún entusiasmo y lo mismo le puede pasar a los sectores más progresistas del pueblo norteamericano. Pero lo que espero que gane es el voto contra Trump. Creo que no hay que extenderse mucho en dar argumentos sobre la necesidad de que este personaje abandone cuanto antes la presidencia de la primera potencia mundial (con permiso de China). Creo que el mundo sería un poquito mejor si un ególatra de esta magnitud dejara de tener tanto poder. El clima y el medio ambiente de la Tierra lo podría agradecer. Las fuerzas tenebrosas de la extrema derecha que han empezado a proliferar por doquier al calor de este personaje tendrían que afrontar un casi seguro repliegue. La construcción de una Europa unida podría avanzar sin tantas amenazas como las existentes actualmente al amparo de la desastrosa política exterior de Trump (Brexit, xenofobia, nacionalismo, fascismo,...).

No espero milagros si los norteamericanos se "deshacen" hoy de Trump, pero no me imagino ninguna alternativa peor. Lo que no parece estar todavía muy claro es que si las elecciones determinan que debe abandonar la presidencia lo haga sin más. Nos espera una noche muy interesante y, a la mejor, un próximo periodo de crisis institucional que traería mas inquietud para finalizar un año tan aciago como el 2020.