El pasado viernes (8 de marzo) se volvió a confirmar que el movimiento feminista es uno de los pilares de los movimientos sociales globales que en el siglo XXI pueden parar el que se de el paso que le falta a la humanidad para caer al vacío. Una semana más tarde, otro movimiento regenerador recorre las plazas y calles de medio mundo, llevado de la mano de jóvenes y adolescentes que reclaman su derecho a tener futuro. En España se presenta como el 15-M climático, mientras que el concepto de justicia climática toma impulso gracias al liderazgo de la adolescente sueca Greta Thunberg que hace unos meses nos conmovía con testimonios como el recogido en su ya famosa charla TED.
El cambio climático es una realidad que la comunidad científica viene denunciando desde hace años y que requiere actuaciones globales que hasta ahora han encontrado la resistencia de muchos gobiernos y de las corporaciones empresariales causantes de este desastre que tratan de escurrir el bulto recurriendo a teorías negacionistas que se han convertido en el emblema de políticos emergentes que siguen la estela de Donald Trumb.
Como parece imposible que solo desde los argumentos racionales se pueda cambiar la situación, tengo la esperanza de que se genere una ola emocional impulsada por los adolescentes y jóvenes de todo el mundo que permita poner en marcha las medidas urgentes que nuestro planeta necesita para evitar un caos irreversible.
Hoy quiero recordar una canción del ya desaparecido cantautor Javier Krahe que refleja la impotencia que sentimos los que pertenecemos a otras generaciones frente al desastre en el que estamos inmersos y la herencia que le dejamos a las nuevas generaciones.
Porco Governo
Me desapunto de los bombardeos,
francamente los que he visto ya me parecen
muy feos,
un espectáculo vil y vulgar,
y además llega la sangre al río
y el petróleo al mar.
Un matadero sobre un basurero,
vaya mierda de mundo mejor gozará mi heredero.
Yo ya le diré que fue el gobierno
el que quiso las cosas así por hacerse el moderno.
Qué mal,
qué mal lo hicieron, qué mal.
Y sin embargo a ellos les daba igual.
Les daba igual eran tontos del bote,
según ellos querer otra cosa era hacer el quijote,
los muy zoquetes querían riqueza
arrasando a la gente de a pie y a la naturaleza.
Un matadero sobre un basurero,
vaya mierda de mundo mejor gozará mi heredero.
Yo ya le diré que fue el gobierno,
que creía, con cierta razón, que su chollo
era eterno.
Qué mal,
qué mal lo hicieron, qué mal.
Y sin embargo a ellos les daba igual.
Ellos con tal de forrarse el riñón,
te vendían primero peligro y después protección,
eso, hijo mío, es lo que es ser un chulo.
Y nosotros no supimos darles un azote en el culo.
Un matadero sobre un basurero,
vaya mierda de mundo mejor gozará mi heredero.
Yo ya le diré que fue el gobierno,
y que iría, si Dios aún viviese, derecho al infierno.
Qué mal,
qué mal lo hicieron, qué mal.
Y sin embargo a ellos les daba igual.
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