Recientemente ha fallecido repentinamente una persona de la que lo último que pude saber algo es a través de su perfil de Facebook. Estamos en unas fechas que se prestan para reflexionar sobre distintas aristas de esa señora tan temida como es la muerte.
Varios de esos amigos o conocidos ya fallecidos continúan teniendo en activo su perfil público de facebook, me refiero a Frank, Carmelo, Diego, Pedro y Aurelio. Está en mano de sus familiares el dejar estos perfiles intactos tal como están, con la posibilidad de que las personas que quieran puedan seguir insertando algún mensaje, o bien pedir a Facebook que se elimine la cuenta o se cambie el perfil normal por uno conmemorativo.
En un perfil conmemorativo la cuenta queda bloqueada para proteger la privacidad del fallecido. Facebook no permite que nadie inicie sesión en una cuenta conmemorativa y está prohibida la modificación de su contenido. Además el contenido que se muestra respeta la configuración de privacidad y la audiencia que tenía el fallecido. No quiere decir que todo sea público, quiere decir que si la persona fallecida en su día hizo post públicos o en los que se incluían amigos de amigos, esas audiencias ahora lo van a poder ver.
No obstante, existe la posibilidad de eliminar ese perfil del familiar fallecido y no dejar ni rastro, tanto si es normal como si es conmemorativo.
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