El incendio de La Palma me ha sorprendido en casa de mi madre en El Paso. Más de 4.000 hectáreas afectadas, centenares de evacuados y centenares de personas participando en las tareas de extinción del incendio.
Desgraciadamente, en Canarias estamos ya acostumbrados a que periódicamente el fuego se pasee por nuestros montes. Esta coexistencia con el fuego a dado lugar a una especial resistencia del pino canario al fuego lo que afortunadamente da lugar a que muchos de ellos se recuperen después de un incendio. También es ya habitual el que tras cada incendio tenga lugar el consabido debate sobre sus causas y sobre si los medios disponibles son suficientes para abordarlos.
Pero en el apartado de las víctimas es donde más novedades encuentro con respecto al guión habitual. Un trabajador de medio ambiente con más de 20 años de experiencia moría la primera noche víctima del fuego. Se trata del teldense Fran Santana que llevaba viviendo en la isla bastantes años. La otra víctima, aunque muchos no estarán de acuerdo con esta consideración, es el joven alemán de 27 años, causante involuntario de este desastre. En el digital El Time he encontrado un buen artículo para intentar amainar los ánimos justicieros respondiendo a la pregunta "¿Quién es Scott?".
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