DESPERTAD AL DIPLODOCUS

Acabo de terminar de leer el libro de José Antonio Marina "Despertad al Diplodocus" que tiene como suplemento una web llamada movilización educativa que delata el objetivo del autor de que esta obra sirva para que en España se produzca una auténtica movilización por la mejora del sistema educativo.

La aceptación del encargo del Ministerio de Educación de elaborar un libro blanco sobre la función docente ha llevado a este prestigioso pensador a estar el centro de algunas polémicas relacionadas con algunas de sus propuestas. Creo que, independientemente de lo discutible que pueda ser este libro blanco, hay que celebrar el compromiso de Marina con la búsqueda de soluciones para nuestro sistema educativo, sin quedarse sólo en el mundo de las ideas y las teorías, arriesgando, en parte, su consolidado prestigio como uno de los pensadores españoles más importantes (ver su web oficial para hacernos una idea).

En los párrafos siguientes, Marina describe el objeto principal de este libro:

"Despertad al Diplodocus” es una llamada a la acción, una invitación a sumarse a una conspiración para despertar a un sistema educativo que se encuentra dormido. La revolución que persigue busca promover una “Sociedad del Aprendizaje” a todos los niveles.

Para emprender un cambio educativo es necesario creer que puede producirse, querer hacerlo y saber hacerlo. Debemos iniciar un proceso de complicidad irradiante con un objetivo en mente, el “objetivo cinco años”, que persigue el éxito educativo, con una serie de metas, y su propia hoja de ruta y metodología, expuesta en el libro. La gestión del cambio educativo debe producirse a través de un pacto social sobre educación, que termine conduciendo a un pacto político, una “movilización educativa de toda la sociedad” que provoque el cambio que estamos buscando.

Los cinco objetivos a conseguir en cinco años que propone son:

1) Reducir el abandono escolar al 10%.

2) Subir 35 puntos en la clasificación PISA.

3) Aumentar el número de alumnos excelentes y acortar la distancia entre los mejores y los peores.

4) Favorecer que todos los escolares puedan alcanzar su máximo desarrollo personal, con independencia de su situación económica.

5) Fomentar la adquisición de las habilidades del siglo XXI.

Para conseguir esos objetivos propone un modelo de inteligencia que distingue entre inteligencia generadora (la base inconsciente de la que proceden todas nuestras ocurrencias) y la inteligencia ejecutiva (conjunto de mecanismos con los que evaluamos esas ocurrencias que llegan a la consciencia, las comparamos con nuestros criterios de evaluación, fijamos nuestras metas e intentamos dirigir la acción hacia ellas) y que se concreta en la teoría ejecutiva de la inteligencia que implica el enseñar a los alumnos a gestionar su cerebro a través de la gestión de la propia energía mental (la atención), la gestión de la acción (aprender a proyectar y a resolver problemas), la gestión de la memoria y la gestión del pensamiento (la metacognición). Pero, además, hay que emplear bien la inteligencia a través de los valores y la elección de metas, teniendo como perspectiva siempre el que los fines de la educación son los de preparar a los alumnos para estar en buenas condiciones de alcanzar su felicidad personal y de colaborar en la consecución de la felicidad social. 

En el libro se plantea que los cinco motores del cambio educativo que deben alimentar la conspiración educativa son la escuela, la familia, la ciudad, la empresa y el estado, dedicándole un capítulo a cada uno de ellos a modo de mapa de carreteras que acompañe a la utopía del cambio educativo.

Los dos vídeos que hay en esta entrada se corresponden, el primero con una conferencia de José  Antonio Marina en el que expone algunas de las ideas que sustentan este libro y en el segundo, hay una breve exposición de los objetivos que propone en el mismo. 

"No podemos dar soluciones, pero podemos despertar las fuerzas que las encuentren" Antoine de Saint-Exupéry