viernes, 25 de marzo de 2016

UNA HISTORIA SIN DESPERDICIO. LA GESTIÓN DE RESIDUOS EN TENERIFE


A mediados de los años ochenta, la basura que se generaba en Tenerife se tiraba de manera incontrolada en los más de 200 vertederos repartidos por toda la Isla, lo que provocaba graves problemas ambientales.

En 1985 empieza a utilizarse el vertedero insular situado en Arico. Las basuras son llevadas a las Plantas de Transferencia distribuidas por la isla y desde ahí al nuevo vertedero.

Pocos años más tarde, el vertedero que se había previsto se queda pequeño debido al crecimiento del volumen de residuos que llegan a él constantemente. Además, era necesario evitar la mezcla de residuos en la basura, para poder aprovechar los materiales reutilizables.

Así, en los años 90 se pone en marcha la Planta de Compostaje, donde se aprovechan los residuos orgánicos contenidos en las bolsas de basura para obtener abono y fertilizar campos y jardines.

A finales de esa década, el Cabildo de Tenerife transforma el vertedero en el Complejo Ambiental de Tenerife e implanta la filosofía de las tres erres: REDUCIR, REUTILIZAR Y RECICLAR los residuos para convertirlos en un recurso.

En el año 2003, una vez se llena el primer vertedero, éste se sella y se comienza a extraer el biogás generado con la descomposición de los residuos y que permite producir energía eléctrica que es utilizada para el mantenimiento de las instalaciones. Unos años después, y siguiendo la filosofía de las tres erres, se crean dos instalaciones diferenciadas para el tratamiento de residuos:

Por un lado, y en colaboración con ECOEMBES, se pone en marcha la primera planta de recuperación de envases. Una vez clasificados, los residuos que los ciudadanos depositan en el contenedor amarillo, se envían a las empresas de reciclaje, donde se transforman en nuevos envases y en otros materiales. Gracias a esto, se reduce el consumo energético y la extracción de materias primas de la naturaleza.

Por otro lado, en el año 2007, se pone en funcionamiento la Planta Todo-Uno, permitiendo recuperar muchos de los materiales que llegan mezclados en la basura y reduciendo el volumen de vertido, aunque este sistema nunca podrá sustituir la valiosa colaboración de la ciudadanía en las recogidas selectivas, ya que la calidad de los residuos recuperados de esta forma es muy superior. El reciclaje es tarea de todos.

Gracias a este sistema de gestión de residuos se ha conseguido reducir los costes ambientales y económicos, lo que favorece el desarrollo de industrias de economía verde, que generan riqueza y empleo, y cierran el ciclo de la gestión de residuos en la isla.

El Cabildo de Tenerife, en colaboración con otros organismos públicos, los Sistemas Integrados de Gestión, como ECOEMBES, y el conjunto de ciudadanos de la Isla han contribuido a implantar un sistema de gestión de residuos sostenible, cuyos beneficios perdurarán en el tiempo.

Hemos pasado de la basura al residuo, viviendo una historia sin desperdicio.

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