Acabo de ver el programa de Jesús Cintora "A pie de calle" de Cuatro Televisión dedicado a la educación en España en general y más concretamente, a los deberes para casa (pinchar aquí para ver el programa completo).
En el programa se cuestiona el modelo educativo español que es uno de los países europeos donde más horas de clase se imparten en cada curso escolar y donde más horas a la semana se dedican a los deberes en casa y dónde peores resultados se dan respecto al absentismo escolar o en los informes PISA.
Varios padres y madres de escolares comienzan opinando sobre los deberes con una visión bastante crítica entre la que se encuentra la promotora de la campaña deberes justos.
Como alternativa se citan dos ejemplos de las corrientes que abogan por otra educación: un colegio de Vallecas de los denominados de difícil desempeño donde se ha prescindido de los libros de textos, los deberes y se trabaja por proyectos y talleres, fomentando el aprendizaje cooperativo. Otro ejemplo se centra en la experiencia de César Bona que es entrevistado por Jesús Cintora. Como contrapunto a lo anterior aparece el promotor de una posición "contra la nueva educación", el maestro Alberto Royo, que mantiene que hay que priorizar la impartición de conocimientos y el esfuerzo, la exigencia y el mérito.
Desde la perspectiva de la neuroeducación se plantea que se aprender mejor teniendo experiencia placenteras que por obligación (el papel de la amígdala), que es mejor basar el aprendizaje en la colaboración y no en la competencia (el papel de las neuronas espejo) que hay que hacer cada cosa a su tiempo y que hay que incentivar el movimiento en las situaciones de aprendizaje. Pero todo esto es difícil practicarlo con las elevadas ratios existentes en nuestro colegios que impiden la atención a la diversidad y un tratamiento adecuado de los trastornos de aprendizaje.
En la entrevista que se le hace al profesor Marina este defiende los deberes en casa siempre que se ajusten a la siguiente regla: un cuarto de hora diario en primero de primaria, cuatro días a la semana, para ir aumentando un cuarto de hora diario por cada curso.
La verdad es que he seguido el programa con bastante atención y me ha dado algunas pistas para mi labor como docente:
- Velar porque mis alumnos no superen las cuatro horas semanales de dedicación a los deberes en casa.
- Potenciar el aprendizaje cooperativo dando más relevancia al trabajo de los 6 equipos existentes en mi clase.
- Seguir perfeccionando la asignación de roles a todos los chicos/as de mi clase, en la línea de los existentes en la clase ideal de César Bona.
- Procurar introducir más actividades gratificantes en clase y permitir más el movimiento de los alumnos.
- Seguir insistiendo en que la base de la educación es el respeto y actuar en coherencia con ello.
- Dar mayor protagonismo a la opinión de los alumnos y a lo que cada uno puede aportar en la clase.
- Equilibrar la exigencia y el cariño, educando con corazón pero sin caer en la permisividad.
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