Hace un rato, estaba tomándome un té en un bar de La Laguna y me encontré con un artículo de Rocío Celis en El Día "Talento a cualquier edad". Después de caminar casi una hora sentía el bienestar de estar leyendo tranquilamente sin ingerencias ni presencias de ideas inquietantes. Pensaba que tras pasarme media vida señalando los "defectos de la sopa" me gustaba la sensación de no juzgar y de priorizar la cara amable de la vida. Por eso, me detuve en la lectura de este artículo.
Comienza refiriéndose a una noticia sobre la apertura de una guardería en un asilo norteamericano en el que las personas ancianas tenían la oportunidad de participar en el cuidado de los pequeños. Luego el artículo se centraba en el tema de la neuroplasticidad de nuestros cerebros que permite aprender a cualquier edad. en relación a ello, citaba la autora a José Antonio Marina a propósito de su propuesta de que existe un talento para cada Edad. "Talento para elegir nuestras metas, talento para buscar información, talento para saber que hacer con lo que sentimos, talento para mantener el esfuerzo necesario en busca de un objetivo sano".
Talento, en definitiva, para ir más allá del dolor propio y ajeno, de los malos augurios, de los telediarios,..., y experimentar a través de nuestras propias vivencias o de lo que nos cuentan los demás que hay múltiples motivos para sentir el goce de vivir,..., o de simplemente respirar.
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