Buenas tardes compañeros y compañeras.
No puedo dejar de decir que me gustaría que hoy, en
las calles de las islas, el movimiento sindical hubiera mantenido la misma
unidad de años anteriores. En un día como hoy, yo sí quiero estar con otras
organizaciones sindicales y sociales aunque no compartan la estrategia de CCOO
y UGT, aunque mantengan las críticas que han justificado su ruptura con
nosotros. Podríamos haber salido a la calle, juntos pero no revueltos, pero
juntos al fin y al cabo, en un día con un profundo significado de unidad obrera
y sindical, establecido como día internacional de los trabajadores por el
Congreso Obrero Socialista de la II Internacional en 1989 en homenaje a los
sindicalistas anarquistas ejecutados en EEUU, tras la huelga iniciada en
Chicago el 1 de mayo de 1886.
Creo que no nos hubiera importado estar juntos con
quienes nos acusan incluso de traidores por haber iniciado recientemente un
nuevo proceso de diálogo y concertación social en Canarias. Siempre hemos dicho
que para nosotros la movilización es una herramienta para conseguir acuerdos
que beneficien a los trabajadores y trabajadoras y a las clases populares a través
de la negociación de convenios colectivos y a través de la concertación social.
La movilización es una herramientas para conseguir avances en el plano laboral
y social, no tiene un fin en si mismo, ni hay que caer en el maximalismo del “todo
o nada”. Represento a una organización sindical que desde sus inicios ha basado
su estrategia en el pragmatismo, aún en pleno franquismo, cuando aprovechamos el
marco del sindicalismo vertical para desde dentro combatir sus fundamentos.
A veces tengo la sensación de que algunos amigos o
supuestos amigos que deberían estar en el mismo bando que nosotros, comparten
el mismo objetivo de los poderes fácticos que están en la otra orilla, de
destruir al sindicalismo confederal y de clase e impedir la existencia de
sindicatos fuertes y capaces de hacer frente a los intereses del capital.
En cualquier caso, en un día como hoy lo que debe
primar es llevar a la calle las ideas que consideramos necesarias para que los
trabajadores y trabajadoras puedan abordar con esperanza estos tiempos de
crisis, zozobras y desconcierto con el fin de que en los cambios que han de
venir primen los intereses de las clases populares.
Y lo que queremos que resuene hoy en todas las
calles del estado son dos ideas muy simples: sin empleo de calidad, no habrá
recuperación económica y sin cohesión social no es posible la democracia.