El alcalde socialista de San Cristóbal de La Laguna, Luis Yeray Gutiérrez, en uso de sus competencias, acaba de emitir un decreto por el que delega la presidencia de dos de las tres comisiones especiales del ayuntamiento: la de "sugerencias y reclamaciones" y la de convivencia". La tercera es la de "transparencia, información pública y buen gobierno".
Al conocerse la noticia de estos nombramientos, el hecho de que la presidencia de la Comisión de Convivencia se la asigne al concejal de VOX, Manuel Alejandro Rodríguez Pardo, no ha podido pasar inadvertida en la opinión pública. El alcalde lo ha justificado en algo que además de falso, no puede eximirle de que la responsabilidad de este nombramiento se debe a nadie más que a él. Argumenta que se ha visto obligado por un acuerdo del Grupo Mixto conformado por Unidas Se Puede, Drago Verdes Canarias y VOX. Además de que en el seno del Grupo Mixto no se ha llegado a un acuerdo tan inverosímil como el de proponer a un concejal de VOX para que presida la Comisión de Convivencia, la persona elegida es la menos indicada para presidir una comisión que tiene que velar por el cumplimiento de la ordenanza municipal de convivencia con una perspectiva que vaya más allá de lo estrictamente ligado a la seguridad ciudadana. Y es que además de su pertenencia a VOX, partido tan poco indicado para favorecer la convivencia entre los ciudadanos, se da la circunstancia agravante de que es alguien que se caracteriza especialmente por mantener en las redes sociales unas opiniones poco acordes con la concordia y la convivencia ciudadana. Vean si no, sus páginas en youtube y en facebook.
Pero el estupor que ha causado esta noticia ha ocultado la transcendencia del otro nombramiento. El alcalde ha delegado la presidencia de la Comisión Especial de Sugerencias y Reclamaciones, en calidad de dedicación exclusiva, en Atteneri Falero Alonso, concejal de Coalición Canaria, partido que se acaba de integrar en el Grupo de Gobierno. Es de suponer que esta decisión se enmarca en el sorprendente y reciente acuerdo entre el PSOE lagunero y Coalición Canaria para conformar la nueva mayoría en el Ayuntamiento.
De este modo, se rompe con la tradición de encomendar la presidencia de esta comisión a un/a concejal/a de la oposición (en el mandato pasado el presidente de la comisión fue un edil de Ciudadanos, en la oposición). Tradición fundamentada en que la defensa de los derechos de los vecinos y la respuesta a sus reclamaciones y propuestas, tal como se recoge en su reglamento orgánico, debe ser dinamizada por alguien que no esté en el grupo de gobierno.
La deriva de este nuevo mandato del alcalde Luis Yeray empieza a ser preocupante y como dice el dicho: "no me gusta el andar de la perrita".
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