ABURRIMIENTO

Ayer Wladimiro Pareja (mi cuñado) publicaba en el Diario de Avisos un artículo de opinión titulado "El poder del aburrimiento" cuya lectura me ha llevado a mi quehacer diario como docente y a las situaciones en que alguno de mis alumnos me dice: "maestro, me aburro...".

La lectura me sugiere la conclusión de que no hay que obsesionarse con generar situaciones de aprendizaje que constantemente mantengan alejados del aburrimiento a los alumnos. Lo que sería más conveniente es centrarse en ayudar a los chicos a gestionar esas situaciones de aburrimiento que inevitablemente van a tener que abordar en su vida. 

Por eso, los niños deben tener momentos en los que ellos mismos puedan buscar alternativas al aburrimiento inicial que puedan sentir en cualquier momento (también en clase). 

Algunas ideas que estoy desarrollando en mis clases (5º de primaria) creo que podrían servir para este objetivo de autogestión del aburrimiento: uso de un cuaderno de libre disposición por parte de los chicos, posibilidad de ocupar los ratos libres con el libro de lectura personal que están leyendo, tareas específicas de ampliación de lo que se está estudiando para alumnos concretos o posibilidad de tener tareas diferentes (proyectos de trabajo),.... Y si no quieren hacer algo en un momento concreto, al menos que tengan la posibilidad de apartarse un momento del grupo clase para ir al lugar destinado a "meditar" o "reflexionar".