El pasado sábado 4 de noviembre culminó el proceso de debate de una nueva hoja de ruta de Podemos para acomodar la organización a los nuevos retos que tiene que abordar tras la aparición de Sumar como un nuevo proyecto político emergente que va más allá de su configuración como coalición en las pasadas elecciones generales y que está llevando a Podemos a un papel secundario que cuestiona su propia supervivencia. Esto ha llevado a la dirección de Podemos a la elaboración de un documento para abrir un debate entre la militancia que le permita tener un proyecto autónomo que evite su disolución en una coalición electoral como SUMAR en la que no se encuentra a gusto desde su inicio (veto a Irene Montero) y que le ha llevado a frecuentes desencuentros con el grupo dirigente de la coalición, encabezado por Yolanda Díaz.
En esta nueva hoja de ruta se considera absolutamente necesaria la
pervivencia de PODEMOS como un proyecto político autónomo, tanto por sus apuestas para la transformación social del
país como por su modo de hacer política.
Esta apuesta se hace en un
contexto muy difícil tanto por esa difícil coexistencia en el espacio político
común que hoy conforma SUMAR como por la derrota electoral sufrida en las
elecciones autonómicas y municipales que ha llevado a que Podemos tenga una
presencia institucional muy débil en esos ámbitos.
La voluntad de resistencia de
PODEMOS se sustenta en unas herramientas que todavía permiten que la
organización pueda subsistir a pesar de su indudable debilitamiento en los
últimos tiempos:
- La convicción de que lo que representa PODEMOS hoy, no ha sido sustituido por nadie y difícilmente lo va a ser en el futuro.
- Su vocación unitaria que lo hace imprescindible en cualquier proyecto de Frente Amplio de las izquierdas y las fuerzas progresistas y su nivel de interlocución con otras fuerzas progresistas del espacio plurinacional (ERC, Bildu,…).
- Presencia institucional: 5 diputados/as en el grupo parlamentario de SUMAR, presencia en varios parlamentos autonómicos y en centenares de ayuntamientos en todo el Estado.
- Presencia en el gobierno en funciones de España
con dos ministras que, además, lideran el partido.
- Una estructura organizativa con centenares de
Círculos por todo el estado, miles de militantes e inscritos, muchos cuadros
cualificados,…
- Motivación militante para resistir, a pesar de la depuración “natural” que se está produciendo con el abandono de cierto número de cuadros y militantes que o bien se sienten desencantados o consideran necesario buscar el sol que más calienta en lo que podría ser SUMAR como partido político.
- Cierto nivel de presencia y colaboración con movimientos sociales de distintos ámbitos (feminista, LGTBI, ecologista, laboral,…).
- Surgimiento de un incipiente contrapoder
mediático afín como Canal Red.
